Por: Italo Torrese, CEO & Founder – Nexus Innova US
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Opinión
Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump, ha dejado clara su postura: su prioridad no es el conflicto en Europa del Este, sino China. Para él y su administración, la guerra en Europa no representa un interés estratégico directo, mientras que el ascenso de China sí lo es. En este contexto, su relación con Zelensky ha perdido relevancia, y su enfoque hacia Putin ha sido más pragmático.
Trump ve a Putin como un líder agresivo, pero con limitaciones y si lo favorece retirándole la ayuda a Ucrania puede darle un margen de maniobra que lo aleje de China, a quien considera una amenaza mucho más peligrosa a largo plazo. Debilitando la alianza chino-rusa, EE. UU. Dispone de mayores recursos para aumentar su presión económica y política sobre el gigante asiático.
Con esta visión, su administración tiene 4 objetivos claves:
- Reorientar recursos hacia la contención de China
Trump ve a China como la mayor amenaza a la supremacía de EE. UU., tanto económica como militarmente. En lugar de continuar financiando una guerra en Ucrania, prefiere invertir en medidas contra Pekín, como restricciones tecnológicas, fortalecimiento de la industria nacional y alianzas estratégicas en Asia.
- Redefinir la relación con Europa y la OTAN
Trump insiste en que los países europeos deben asumir mayor responsabilidad en su propia defensa. Al reducir el apoyo a Ucrania, pone presión sobre los países europeos a decidir entre enfrentar sola a Rusia o negociar una solución. Con esto, EE. UU. puede concentrar más recursos en su enfrentamiento con China.
- Debilitar la alianza entre Rusia y China
Debido a las sanciones occidentales, Rusia ha fortalecido sus lazos con China. Sin embargo, si Putin logra estabilidad en Ucrania sin la presión de EE. UU., podría buscar mayor autonomía y reducir su dependencia de Pekín. Para Trump, esto evitaría que Rusia se convierta en un aliado incondicional de China y facilitaría un equilibrio geopolítico más favorable.
- Fortalecimiento del poderío militar estadounidense
La inestabilidad política favorece los intereses estadounidenses porque le da la oportunidad de mostrar al mundo su poder militar.
Trump apuesta a que es más fácil manejar a Putin que frenar a China. Al reducir su apoyo a Ucrania, busca guardar energías para el verdadero conflicto que considera crucial para el futuro de EE. UU. La pregunta es si esta estrategia traerá estabilidad o creará un nuevo orden global con más incertidumbre.