Los próximos meses serán decisivos para  Canoo ( GOEV ). Su horizonte, como el de la mayoría de fabricantes de automóviles, se encuentra actualmente empañado por una cascada de problemas.

La escasez de semiconductores está empeorando, las interrupciones en la cadena de suministro continúan con los cierres en ciudades de China y los precios de las materias primas siguen siendo altos debido a la invasión rusa de Ucrania.

Estos tres factores encarecen el coste de fabricación de los vehículos y, sobre todo, trastocan por completo la producción, obligando a los grupos de automoción a revisar sus proyectos iniciales.

Para los disruptores de la industria como Canoo, la derrota actual en los mercados financieros debido a los mayores temores de recesión también es una mala noticia. Esto se debe a que la caída de los mercados de valores indica que los inversores son aún más cautelosos a la hora de apostar por empresas que actualmente no están generando beneficios y, por tanto, no reparten dividendos.

Este es el caso de Canoo, que promete crecimiento a cambio de la fe y los fondos de los inversores. Esta promesa podría no ser suficiente en el contexto actual.