Estados Unidos lanza un contraataque para mantener su influencia en Latinoamérica frente a China. La región lleva años recibiendo importantes flujos de capital de Asia, que se está haciendo con algunas de sus principales empresas logísticas y estratégicas. Frente a este avance, la administración Biden ha empezado una gira por Panamá, Colombia y Ecuador, para ofrecer a los países de la región una compañía a Xi Jinping.

El encargado de visitar estos países para presentar el proyecto de Estados Unidos, ha sido Daleep Singh, asesor de su Gobierno. Este enviado ha explicado que esta será la primera de varias comitivas que realizarán también otros miembros del ejecutivo demócrata para «competir» con lo que ofrece China a la región. El objetivo es claro, impedir que el gigante asiático se convierta en un socio fundamental para estos países que, tradicionalmente, habían contando con EEUU como un actor fundamental en su política económica y su política exterior.

Según los informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), China en el pasado lustro incrementó sus inversiones en este continente dejándose una media de 10.000 millones de dólares cada año. En 2019 (último año registrado) esta cifra alcanzó los 12.800 millones, sellando una tendencia que se mantiene desde 2008. Además China se ha convertido en el principal socio comercial de Brasil, Chile y Perú y está cerca de lograr lo mismo en Argentina. Ahora mismo, para todo Latinoamérica, el país representa un 40% de sus importaciones.

Entre estas operaciones destacan la compra de la compañía eléctrica más grande Perú y la tercera de Chile. La primera, fue comprada por China Yangtze por 3.600 millones, mientras la segunda por State Grid of China por 3.000 millones. Ahora, con la crisis del coronavirus golpeando con fuerza sus economías, los prestamos chinos han detenido su flujo y, con los precios más bajos, están aumentando las inversiones en infraestructuras y materias primas.

Frente a esto EEUU ofrece un plan llamado Build Back Better World. Se trata de una iniciativa auspiciada por el G7 y que consistirá en un plan de inversión en infraestructura. La idea de este plan es centrarse en áreas como el clima, la salud, la tecnología digital y la igualdad de género a la hora de repartir los proyectos. El lanzamiento formal será el próximo año y de momento están sondeando cómo va a ser este macroplan de inversión. De momento no se sabe la cifra a la que ascenderá esta iniciativa.

Biden acelera este proyecto para reducir la influencia China en la región después de años de advertencias y fuego cruzado. En Panamá, principal exponente de esta escalada, el Gobierno de EEUU ha afirmado públicamente que a su presidente que sus relaciones con ellos dependían de que la influencia asiática no creciese. Poco antes, bajo la administración Trump, el departamento de exteriores fue aún más duro afirmando abiertamente que «América latina no necesita un nuevo poder imperial» y advirtiendo de que «China esta usando su poder económico para llevar la región a su órbita».

Fuente: https://www.eleconomista.es/economia/noticias/11436502/10/21/Estados-Unidos-lanza-un-plan-de-inversion-en-Latinoamerica-para-reducir-la-influencia-china.html

 

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