Junto con otras dos terminadas el año pasado, las cuatro simbolizan a los Evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, los autores de los Evangelios canónicos que relatan la vida de Jesús.

«¡Las cuatro torres de los Evangelistas están terminadas!», escribió el viernes la fundación eclesiástica en la plataforma X, antes conocida como Twitter.

En un comunicado el miércoles, el organismo anunció que se celebraría una misa especial para conmemorar la ocasión el 12 de noviembre.

El diseño radical de la Sagrada Familia, que incorpora elementos del renacimiento gótico, el art nouveau y el modernismo, atrae a millones de turistas al año y forma parte de un sitio del patrimonio mundial de la UNESCO que comprende siete edificios de Gaudí en Barcelona.

Evocó emociones opuestas en el escritor británico George Orwell, que calificó la iglesia de «uno de los edificios más horribles del mundo».

Las cuatro torres terminadas se coronaron con esculturas de figuras aladas asociadas a los Evangelistas: un buey, un águila, un humano y un león, según la fundación de la iglesia.

Las estructuras miden unos 135 metros, lo que las convertirá en las terceras torres más altas de la iglesia cuando esté terminada.

Gaudí, un brillante e idiosincrásico arquitecto catalán, pasó gran parte de la segunda mitad de su vida diseñando y construyendo la iglesia.

La primera piedra se colocó en 1882, y Gaudí trabajó intensamente en el proyecto hasta que murió atropellado por un tranvía a la edad de 73 años, dejando su gran obra inacabada.

Generaciones de españoles han vivido y muerto con la enorme iglesia aún en construcción, con sus altas agujas parcialmente terminadas a veces envueltas en andamios o rodeadas de grúas.

En noviembre de 2010, el Papa Benedicto XVI consagró la iglesia como basílica y celebró una misa ante 7.000 personas.

La fundación de la Sagrada Familia ha declarado que aún espera que la torre más alta y central, que representa a Jesús, esté terminada para 2026, año del centenario de la muerte de Gaudí.

émicasNo está claro si otros elementos propuestos, como la gran escalinata, seguirán adelante.

Polémicas

Tras la muerte de Gaudí, la construcción del edificio estuvo plagada de retrasos y fuertes controversias durante décadas.

Los críticos sostenían que los sucesivos arquitectos fueron incapaces de atenerse a la visión original de Gaudí -algunos de sus planos fueron destruidos hace mucho tiempo- o argumentaban que el carácter inacabado del edificio se ha convertido en parte de su perdurable atractivo.

Hace varios años, el Ayuntamiento de Barcelona acusó al templo de carecer del permiso de construcción adecuado, acusación que rechazó.

En 2018, la Sagrada Familia acordó pagar a las autoridades de la ciudad unos 41 millones de dólares a lo largo de 10 años para resolver el litigio, así como para financiar mejoras en el transporte alrededor del complejo.