Por Sonia Schott

La economía estadounidense está dando de qué hablar ante las nuevas políticas del presidente, Donald Trump, que prometen un cambio radical en la forma de hacer negocios globales.

Para el dólar estadounidense, han sido meses complicados considerando su valor de refugio seguro en tiempos turbulentos, pero esta percepción parece estar cambiando.

Prueba de ello es que el billete verde comenzó un descenso sostenido acumulando una pérdida de alrededor del 11 % en lo que va de año, según Robin Brooks, del Instituto Brookings.

Estados Unidos tiene tasas de interés altas, y la economía está teniendo un buen desempeño, pero según Joseph Gagnon, del Instituto Peterson de Economía Internacional, “la correlación entre la fortaleza de la economía estadounidense, las altas tasas de interés y la fortaleza del dólar parece haberse roto”.

Pero ¿por qué está bajando la divisa estadounidense?

En parte, por las tensiones tarifarias, la incertidumbre que rodea a la Reserva Federal, signos de desaceleración del crecimiento económico y la creciente inquietud de inversores extranjeros sobre la política fiscal estadounidense.

Vale recordar que el 16 de mayo, Moody’s fue la última de las tres principales agencias en rebajar la calificación crediticia soberana estadounidense, tras las rebajas de S&P y Fitch en 2011 y 2023, respectivamente.

El último reporte laboral de julio dio cuenta de un crecimiento débil con solo 73.000 empleos, aunque estos resultados han sido disputados por La Casa Blanca, al no estar de acuerdo con los métodos de recolección de datos.

Y si bien la divisa estadounidense logró recuperar algo de terreno, la tasa de inflación se situó al alza con 2,67%, en comparación con el 2,35% del mes pasado.

¿Un dólar fuerte o débil?

No es un secreto que el mandatario estadounidense ha abogado por un dólar débil.

“Así que cuando tenemos un dólar fuerte, ocurre una cosa: suena bien. Pero no se hace turismo. No se pueden vender tractores, no se pueden vender camiones, no se puede vender nada», declaró Trump recientemente.

“Históricamente, el dólar estadounidense se ha fortalecido cuando han subido los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, pero ocurrió lo contrario en abril, después de que la Casa Blanca anunciara aranceles generalizados” precisa Kathy Johns de Charles Schwab.

Al parecer, los inversores vendieron dólares como reacción a la imposición de aranceles, que interpretaron como una ralentización del crecimiento estadounidense, algo que reduciría la rentabilidad de su inversión. 

Es bueno recordar que, desde la década de 1940, el dólar estadounidense sustenta un sistema monetario que los bancos centrales utilizan para estabilizar sus economías, gestionar su deuda e implementar políticas comerciales, una condición que ha consolidado la posición de Estados Unidos como superpotencia económica.

De acuerdo con el Departamento del Tesoro “El papel del dólar como principal moneda de reserva internacional, no se estableció por decreto, sino debido al surgimiento de Estados Unidos como la principal economía del mundo” y las estimaciones del Banco Mundial, corroboran que Estados Unidos sigue siendo el número uno, con un PIB de unos 30,51 billones de dólares mientras que China, en segundo lugar, tiene un PIB de 19,23 billones de dólares.

Cierto es también que, la hegemonía del dólar se ha visto cuestionada y la desdolarización, se ha ido colando como tema de debate.

El bloque económico “BRICS” llamado así por sus miembros fundadores: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha buscado activamente reducir su dependencia del dólar estadounidense.

Igualmente, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha expresado que los cambios actuales permitirían, que el euro, que representa aproximadamente el 20% de las reservas mundiales, adquiriera relevancia global ante el dólar estadounidense.

¿Qué determina la fortaleza del dólar?

Las tasas de interés más altas atraen inversión extranjera, lo que fortalece el dólar mientras que, tasas más bajas invitan a los inversores a buscar mayores rendimientos en otros lugares. 

El aumento de la inflación erosiona el poder adquisitivo del dólar, pero una inflación baja contribuye a mantener la moneda estable y fuerte. 

La inversión extranjera en activos estadounidenses puede impulsar el dólar, pero los déficits comerciales pueden reducir su valor.

En este sentido, es la Reserva Federal como banco central de Estados Unidos, el que desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la credibilidad y la estabilidad del dólar.

Impacto en América Latina

Las variaciones en las tasas de interés estadounidenses influyen en los flujos de capital hacia y desde América Latina. Unas tasas de interés estadounidenses más altas, alientan a inversores a trasladar su dinero a Estados Unidos; en cambio, tasas más bajas, los llevan a buscar mayores rendimientos en mercados emergentes, como los latinoamericanos.

Un aumento de las tasas sube el costo del financiamiento para los gobiernos y empresas latinoamericanas en los mercados internacionales, especialmente aquellos con deudas en dólares.

Un endurecimiento de la política monetaria estadounidense se ha asociado históricamente con un impacto negativo en los precios de las materias primas, exportadas por América Latina.

Un dólar estadounidense más fuerte provoca la depreciación de las monedas latinoamericanas.

Para J.P.Morgan, por ejemplo, “en un año en el que la incertidumbre política y los riesgos macroeconómicos han dominado la retórica, las monedas latinoamericanas han experimentado un asombroso aumento promedio del 5,8%. Este fenómeno, impulsado por la debilidad del dólar, ofrece una oportunidad única para diversificar las carteras y mitigar los riesgos”.

¿Cuál es la estrategia del gobierno de Trump con el dólar? 

La Casa Blanca espera que la tecnología financiera del sector privado sea fundamental para mantener el papel global del dólar.

Una orden ejecutiva firmada en enero de 2025 busca incentivar el desarrollo de monedas estables (crypto-monedas) respaldadas por dólares, emitidas por empresas privadas, enfatizando la primacía del dólar, al generar una nueva demanda de bonos del Tesoro estadounidense.

Pero, según el Atlantic Council, un aumento global en el desarrollo de Monedas Digitales de Bancos Centrales o CBDC, podría indicar que los países están creando alternativas digitales nacionales dirigidas a limitar la proliferación de monedas estables respaldadas por dólares en sus economías.

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