La posición competitiva de un país y su estrecha relación con el crecimiento económico y el desarrollo de las empresas es uno de los elementos más debatidos a la hora de evaluar nuevas políticas públicas o cambios estructurales a los sistemas, pues, cualquier modificación -o no- podría impactar su atractivo.

Pero la competitividad de una economía no solo se supedita al PIB y la productividad porque las empresas también tienen que hacer frente a otras dimensiones. De allí, la necesidad de proporcionar un entorno que promueva su desarrollo sostenible.

Esto último, a grandes rasgos, es lo que pone de relieve el International Institute for Management Development (IMD) en su Ranking de Competitividad Mundial; una medición que evalúa a 64 economías del mundo, siete de ellas latinoamericanas.

El análisis toma como base cuatro grandes categorías: desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia empresarial e infraestructura. Y en este sentido, son Dinamarca, Irlanda y Suiza los tres primeros a nivel global. Si solo se toma en consideración a las economías latinoamericanas, entendiendo que para efectos del estudio son Chile, Argentina, Brasil, Colombia, México y Venezuela; es la primera de ellas, la que lidera en la región.

Chile
En esta edición ocupa el puesto 44, subió un punto frente al año anterior al avanzar también un puesto en el ítem de infraestructura, desde la posición 47 en 2022 a 46. En todas las demás categorías cae, aunque el mayor descenso se produce en la eficiencia empresarial al retroceder cuatro puestos para ubicarse en el lugar 45. Para el desempeño económico y la eficiencia del gobierno, el país cae dos posiciones.

Pese al avance generalizado de Chile, su estado actual se ubica lejos del puesto 38 que ocupaba en 2020. En un zoom a los puntos sobre los cuales este país estaría al debe, se encuentran: comercio internacional (58) y empleabilidad (53), en el ámbito económico; mientras que el marco social (50) es el mayor lastre en la evaluación a la eficiencia del gobierno.

Para la eficiencia empresarial, la productividad (58) sigue siendo un problema; la infraestructura científica (54) y la educacional (49), en tanto, son las que más golpean a la homónima categoría.

Con este telón de fondo, el informe de 132 páginas, pone sobre la mesa una serie de desafíos a completar este año. Se hace hincapié en el “fortalecimiento de la seguridad pública y el trabajo policial, el cierre del proceso de reforma constitucional, un amplio acuerdo sobre reformas tributarias y de pensiones para reducir la incertidumbre y aumentar la productividad a través de programas de formación en nuevas tecnologías e inteligencia artificial”.

El mejorar la calidad y pertinencia de la educación en todos los niveles también es otro de los retos.

Perú

Aunque la economía peruana cae un puesto en el ranking global, pasando desde el 54 al 55, es la única de la región que sube en eficiencia del gobierno, donde asciende dos peldaños para ubicarse en el lugar 50.

Además, ocupa la segunda mejor posición regional, después de Chile, apoyada también por la eficiencia empresarial donde se mantuvo sin variaciones en el puesto 53 a nivel global y 3 si solo se toma América Latina.

En infraestructura cae un puesto para ubicarse en la casilla 60, aunque el descenso más dramático se produce en el desempeño económico donde baja 13 posiciones para situarse en el lugar 53. Se trata además de la mayor caída en todas las jurisdicciones, aunque holgadamente por sobre las peores evaluadas Venezuela (64) y Argentina (57).

Dentro de los principales retos de Perú está el eliminar la corrupción y fortalecer las instituciones públicas, lograr mayor estabilidad política, incrementar la competitividad y el progreso social, sumado a promover el desarrollo económico sostenible.

México
En la posición 56 a nivel general está México, que si bien cae un punto respecto del año pasado, se ubica de tercera en la región y destaca por desempeño económico.

Así, y salvo en eficiencia de gobierno donde logra mantenerse sin variaciones en comparación con 2022, la economía norteamericana cae en todas las demás categorías, siendo eficiencia empresarial la que registra el mayor descenso.

Por tanto, el IMD recomienda sacar provecho del nearshoring a través de una mejor infraestructura logística, mejorar el entorno empresarial reduciendo la incertidumbre, promover reformas estructurales y prosperar en las relaciones comerciales con economías relevantes del mundo.

Colombia
Aunque tampoco mejora a nivel general, Colombia logra avanzar en dos categorías: desempeño económico, donde salta ocho puestos a la posición 37, y eficiencia empresarial, en la que escala a la 59. En infraestructura baja un escalón y en gobierno desciende dos.

Para Javier Mejía, profesor de la Universidad de Stanford, ambos frentes en los que hay retroceso están correlacionados. “El nuevo gobierno nacional se ha mostrado bastante apático a figuras de cooperación con el sector privado, las cuales fueron fundamentales en la expansión de la infraestructura del país de los últimos 15 años”, dijo a Diario Financiero.

Además, el académico recuerda que el gobierno de Gustavo Petro ha señalado que tiene una capacidad de ejecución bastante más limitada que los anteriores, por tanto, “incluso ante un ambiente de mayor disponibilidad de recursos, se ven claras limitaciones para implementar políticas”.

El IMD cita como principales retos la ejecución de proyectos estratégicos con impacto regional, mejorar la eficiencia en innovación y tecnología, controlar las presiones inflacionarias y cerrar las brechas de productividad en el agro.

Brasil
Para Brasil el bastión es el desempeño económico, donde logra subir siete peldaños para ubicarse en la posición 41 a nivel global y tercera en la región, solo superada por México y Colombia. A nivel de competitividad con el resto de las economías estudiadas, Brasil se ubica casi al final de la lista, en el puesto 60, tras descender desde la posición 49. En la región es el cuarto de mejor desempeño.

En eficiencia de gobierno e infraestructura cae un y dos puestos respectivamente, aunque el mayor descenso se produce en el lado empresarial, donde cae 9 puntos desde la posición 52.

Y es precisamente sobre este ítem donde pesan los mayores desafíos según el IMD. Fomento a las inversiones verdes, implementación de una reforma tributaria que fomente la competitividad y revertir el estancamiento productivo son parte de los retos que hace hincapié el informe.

Venezuela y Argentina
Tanto en el ranking general, como en la selección regional, tanto Argentina como Venezuela se sitúan al final de la lista.

La nación liderada por Alberto Fernández decrece en la mayoría de categorías, salvo en eficiencia empresarial donde se mantiene. Venezuela, en tanto, ve una mejoría también por el lado empresarial donde sube dos puntos; en el resto de ítems desciende.

Fuente: https://www.larepublica.co/globoeconomia/que-tan-competitivos-son-los-paises-de-america-latina-para-el-desarrollo-empresarial-3643240

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