La criptoeconomía fue la estrella en la alfombra roja del Super Bowl LVI.

Los intercambios de criptomonedas más grandes, que buscaban desmitificar sus negocios para decenas de millones de estadounidenses, aseguraron comerciales durante el gran juego, que costaron hasta 7 millones de dólares por anuncio de 30 segundos. Algunos enlistaron rostros de famosos.

Larry David apareció como un despistado viajero en el tiempo que desprecia las grandes innovaciones (“¿La rueda? Mmmm, sí… ¿El foco? ¿Puedo ser honesto? Es una porquería”) antes de desairar un lanzamiento para la compañía de criptografía FTX. El lema: “No seas como Larry. No te pierdas la próxima gran novedad”. Más tarde, LeBron James instruyó a su yo más joven acerca de correr riesgos en un anuncio de Crypto.com.

Se anticipó ampliamente que los grandes nombres respaldarían tokens criptográficos y no fungibles, o NFT, durante el juego. Tanto es así que antes del partido, la plataforma de comercio de criptomonedas Binance lanzó videos con Jimmy Butler, del Heat de Miami, y el artista musical J. Balvin, advirtiendo a los espectadores contra los respaldos que las celebridades brindan a los activos digitales.

“El 13 de febrero, escucharás a algunos de los nombres más importantes diciendo que te sumes al auge de las criptomonedas”, dice Butler. “Pero no te conocen a ti ni a tus finanzas. Solo tú sabes bien”.

Los anuncios repletos de estrellas fueron otro ejemplo del creciente interés de la industria del entretenimiento en todo lo relacionado con Blockchain. En el último año, actores, músicos y atletas hablaron de monedas digitales o NFT, registros virtuales únicos que acreditan la propiedad de un artículo, rastreados en un libro de contabilidad electrónico.

Los estudios de cine están subastando coleccionables criptográficos para promocionar nuevas películas. Los músicos lanzan canciones, álbumes y recuerdos como fichas, dando a los fanáticos acceso a material extra. Los diseñadores de parques temáticos están hablando de traer personajes famosos y mundos de fantasía al metaverso. Los DJ planean conciertos y fiestas totalmente virtuales.

Y, por supuesto, están respaldados por los famosos. El año pasado, Matt Damon apareció en un anuncio de Crypto.com que comparaba la inversión en moneda electrónica con la exploración náutica y los viajes espaciales, con el lema “la fortuna favorece a los valientes”. Paris Hilton mostró su Bored Ape Yacht Club NFT en “The Tonight Show Starring Jimmy Fallon”. Reese Witherspoon promocionó criptoactivos en Twitter. “En el futuro (cercano), cada persona tendrá una identidad digital paralela”, tuiteó la estrella de “Big Little Lies” en enero.

Los críticos se han resistido al espectáculo de los ricos y famosos animando a los espectadores a apostar en un mercado arriesgado y especulativo que ha estado plagado de estafadores. Los escépticos afirman que la moda de las criptomonedas y las NFT beneficiaron principalmente a los primeros usuarios adinerados, los verdaderos creyentes, que podían darse el lujo de ingresar temprano.

Los analistas ven claros paralelismos en el espacio criptográfico con la burbuja de las puntocom. Ese ciclo de publicidad anterior alcanzó un ápice de la cultura pop en el Super Bowl de 2000. Ese juego presentaba anuncios de compañías como Pets.com, que colapsó rápidamente.

“Mi problema es que cuando el 98% de estos NFT quiebren en los próximos dos años, aplastará a muchos de los pequeños inversores”, destacó Anindya Ghose, profesora de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York. “Si eres Matt Damon o Paris Hilton, puedes permitirte desperdiciar el 5% del patrimonio neto, pero para muchos pequeños inversores minoristas, el 5 o el 10% de su patrimonio neto no es una pérdida trivial”.

Que los grandes nombres representen marcas y productos no es nada nuevo, por supuesto. Pero vender criptomonedas y NFT es más complicado que comerciar bienes de consumo típicos, porque las ideas siguen siendo ajenas a muchos consumidores. No es lo mismo que publicitar papas fritas y bebidas energéticas, comentó R.A. Farrokhnia, docente de la Escuela de Negocios de Columbia. «¿Cómo vas a explicar los tokens no fungibles de una manera que sea comprensible y retrate algunos de los riesgos que conlleva?”, se preguntó.

El amplio escepticismo no ha impedido que los artistas ambiciosos experimenten en el creciente universo criptográfico.

El DJ y productor Steve Aoki, uno de los defensores que más hablan de las NFT y las posibilidades de las tecnologías Blockchain en el entretenimiento, ha creado una plataforma en línea denominada A0K1VERSE para los titulares de las NFT de Steve Aoki.

Describe el proyecto como una versión digital de un club social basado en membresía, como Soho House, con diferentes niveles de experiencias, incluido el acceso a coleccionables, entradas para conciertos y actuaciones virtuales. En un cierto nivel de inscriptores selectos, los fanáticos podrían colaborar con él en la música, remarcó.

“Lo llamo la pretemporada”, agregó. “Hay muchas maneras diferentes de pensar hacia dónde vamos. La parte emocionante, para creadores como yo, es que ahora podemos comenzar a construir la cimentación”.

Los artistas y las empresas están tratando de aprender y prepararse para un futuro en el que el público viva más tiempo en mundos virtuales, destacó Adam Friedman, ejecutivo de Creative Artists Agency. “Ya hemos superado la noción de que cualquier cosa en línea sea un robo de efectivo”, dijo. “Se trata de lo que tiene más sentido estratégicamente para el cliente, su negocio y su marca”.

Algunos en la industria piensan que existe potencial para extraer NFT para ideas de películas y programas de televisión, tratándolos como IP o propiedad intelectual, similar a los libros de historietas, los videojuegos y las líneas de juguetes. El año pasado, CAA contrató a Jenkins the Valet, un personaje digital creado por Tally Labs, para su representación en libros, películas, televisión y podcasts.

“Al final del día, se limita a la propiedad intelectual, y si la IP es convincente, y los clientes y el mercado la encuentran así, hay muchas oportunidades”, agregó Friedman.

Kat Graham, una actriz y artista que hace música bajo el nombre de Toro Gato, lanzó su último álbum exclusivamente como una serie de NFTS. Ve el formato como una manera de eludir un sistema de sellos discográficos explotador.

Trabajó con el mercado de NFT YellowHeart, que ayudó a la banda de rock Kings of Leon a lanzar una versión NFT de su disco en uno de los primeros usos importantes del formato por parte de un artista convencional.

Para ella, vender álbumes NFT le brinda una conexión más directa con los fanáticos que la transmisión que los artistas más pequeños han despreciado durante años debido a las regalías insignificantes. “Se siente como si tuviéramos nuestro propio club, como si poseyéramos nuestra propia comunidad”, manifestó. “Espero que este espacio abra más artistas”.

Los NFT comenzaron a cobrar fuerza durante la pandemia del COVID-19 en medio del aumento de la popularidad de los coleccionables físicos como inversiones alternativas, al igual que las tarjetas de beisbol.

Pero la novedad y la volatilidad de la criptoeconomía la han convertido en un semillero de estafadores y robos de propiedad intelectual. A principios de este mes, un sitio web llamado HitPiece supuestamente subastó NFT musicales sin el permiso de los artistas, enfureciendo a los músicos y llevando a la Recording Industry Association of America a llamar a la plataforma “poco más que una operación de robo”.

Una demanda colectiva el mes pasado acusó a Kim Kardashian y Floyd Mayweather de aumentar artificialmente el precio de la criptomoneda EthereumMax. El activo digital perdió alrededor del 97% de su valor en siete meses, lo cual llevó a los críticos a llamarlo una estafa de “bomba y descarga”.

Este mes, el Departamento de Justicia acusó a un matrimonio (el esposo trabajaba como rapero de YouTube) de participar en un esquema de lavado de dinero criptográfico de 4.500 millones de dólares.

Tales incidentes han dañado la reputación del sector entre el público en general. Algunos adeptos reconocen los problemas, pero los ven como una parte natural de un trabajo en progreso.

“Va a haber burbujas, habrá malos actores, estafas”, dijo Jeremy S. Goldman, socio con sede en Los Ángeles del bufete de abogados Frankfurt Kurnit Klein & Selz que se especializa en cuestiones de Blockchain. “Pero eso no niega el hecho de que detrás de esto hay una nueva innovación increíble que tiene la capacidad de brindar un valor tremendo a los nuevos creadores y a los productores existentes”.

Los estudios intentaron tomar medidas drásticas contra los artistas que venden versiones NFT de su trabajo con superhéroes de Marvel y DC. Miramax demandó a Quentin Tarantino por planear subastar imágenes de su guion escrito a mano de “Pulp Fiction”. Los abogados del realizador argumentaron que éste tenía derecho a comercializar las páginas como NFT según su contrato original.

Mientras tanto, los estudios de cine y las cadenas de televisión se están sumergiendo en sus propios NFT.

Warner Bros. emitió tokens basados en sus franquicias “Matrix” y “Space Jam” antes de los estrenos de nuevas películas. AMC Networks reclutó a la productora de NFT Orange Comet para emitir videos animados por computadora de “Walking Dead” como tokens. Y Sony Pictures y AMC Theatres crearon NFT de “Spider-Man” para miembros del programa de suscripción de boletos de cine de AMC e inversores.

Para promocionar “Ghostbusters: Afterlife”, Sony Pictures subastó 10 viñetas de los cazafantasmas como NFT en el mercado OpenSea antes del lanzamiento. El estudio de Culver City también emitió miles de Mini-Pufts coleccionables digitales (pequeños personajes de malvavisco Stay Puft) para atraer al consumidor más cotidiano.

“Estamos en una fase en la que hay ballenas criptográficas y personas que entienden la tecnología que las compra, pero no hay muchas de estas últimas”, comentó Jamie Stevens, jefe de licencias y productos de consumo de Sony Pictures. “Así que realmente queríamos crear una oportunidad para que nuestros fanáticos pudieran poseer una parte”.

Otros estudios también ven la oportunidad de tomar lo que han hecho en las atracciones físicas de los parques temáticos y llevarlo al mundo digital. Jenefer Brown, que dirige el entretenimiento en vivo y basado en la ubicación para el estudio de cine y televisión de Santa Mónica Lionsgate, imagina un mundo en el que los fanáticos pueden ingresar al espacio de la franquicia de acción “John Wick” y reservar una habitación en el Hotel Continental, el refugio neutral para el inframundo criminal en la saga de acción. “Hemos desempolvado los conceptos que se nos ocurrieron, desde un punto de vista físico, que simplemente no podían construirse por una variedad de razones, pero que sí podrían realizarse en un entorno digital”, comentó Brown.

Comprar NFT es complicado, y los expertos predicen que más consumidores lo aceptarán solo a medida que la tecnología se vuelva más fácil de usar y comprender.

En este momento, el mercado está lleno de capital a raudales y muchos analistas esperan que se contraiga. Sin embargo, la tecnología en sí no va a ninguna parte. “Los NFT llegaron para quedarse”, dijo Goldman. “Solo van a evolucionar, como siempre lo hace el desarrollo tecnológico”.

Fuente: https://www.latimes.com/espanol/eeuu/articulo/2022-02-15/why-larry-david-and-lebron-james-super-bowl-ads-are-the-tip-of-hollywoods-crypto-iceberg

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