Los hogares en América Latina están adoptando una estrategia de consumo denominada “High-Low”, en la que combinan la compra de productos muy económicos con otros premium, dejando en desventaja a las marcas de precio medio o «mainstream».

El informe Consumer Insights Q1 2025, elaborado por Worldpanel by Numerator, muestra que las marcas propias crecieron un 13% en unidades, mientras que las marcas premium aumentaron un 2%, reflejando un patrón de compra que prioriza tanto el ahorro como el acceso a productos de calidad o indulgencia.

Este comportamiento se relaciona con la experiencia de los consumidores latinoamericanos frente a la inflación y la incertidumbre económica. El fenómeno impacta directamente en los canales de venta:

• Discounters y mayoristas lideran las preferencias por ofrecer precios accesibles.
• El e-commerce gana terreno por su conveniencia, aunque no siempre sea más barato.
• El canal tradicional pierde visitas, especialmente entre hogares con mayores presiones económicas.

El estudio también revela que tanto los hogares “cómodos” como los “bajo presión” están recurriendo a canales económicos, y que incluso estos últimos destinan parte de su presupuesto a productos premium, especialmente en categorías como cuidado personal. Por ejemplo, en Colombia, los hogares con dificultades económicas asignan un 22% de su gasto en bienes de consumo masivo (FMCG) a productos premium.

Las marcas de precio medio enfrentan mayores desafíos, ya que no representan ni la opción más accesible ni la de mayor valor percibido.

El informe concluye que las empresas deben entender las motivaciones detrás del gasto, ofrecer una propuesta de valor equilibrada y adaptarse a las nuevas dinámicas de compra, donde la mezcla entre necesidad y recompensa marca el rumbo del consumo.

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