Por: Italo Torrese, CEO & Founder – Nexus Innova US
Italo.torrese@nexusinnovaus.com

El famoso acuerdo entre EE. UU. y el Reino Unido anunciado el 8 de mayo fue presentado como un “logro histórico” por ambos gobiernos. Pero a menos de dos semanas, ya empezaron a salir a la luz algunas consecuencias no tan positivas que están generando ruido.

Por un lado, el bioetanol estadounidense entrará al Reino Unido sin aranceles, lo cual suena bien para algunos… pero no para todos. Productores británicos advierten que podrían cerrar plantas porque no pueden competir con los precios bajos del etanol de EE. UU. Esto podría afectar los precios del combustible en el Reino Unido y causar despidos.

Otra sorpresa: Diageo, gigante británico dueño de marcas como Guinness y Johnnie Walker, anunció que perderá más de £111 millones porque sus productos seguirán enfrentando aranceles del 10% en EE. UU. A pesar del acuerdo. Resultado probable: precios más altos para consumidores americanos.

Además, China no se quedó callada. El gobierno chino mostró su descontento con el acuerdo, ya que algunas cláusulas podrían dejar productos chinos fuera de las cadenas de suministro británicas. Esto podría tensar aún más las relaciones Reino Unido-China.

¿Y en EE. UU.? Muchos estadounidenses creen que el país va por buen camino, especialmente después de la reducción de precios y de algunos aranceles. Pero también muchos señalan que la política arancelaria anterior fue un error caro.

Para los exportadores latinoamericanos, esta situación ofrece una lectura mixta:

• Oportunidades: hay más movimiento y reajustes en cadenas de suministro. Si estás atento, puedes colarte en nuevos nichos.
• Riesgos: la competencia aumenta y puede haber cambios rápidos en reglas, precios y demanda.

Como siempre, el que reacciona rápido, gana. No alcanza con tener buen producto: hay que entender el terreno, leer las señales y moverse con estrategia.