Manuel Martínez: cuatro décadas impulsando la transformación digital
Desde la era de los mainframes hasta la revolución de la nube y la inteligencia artificial, el camino de la transformación tecnológica ha sido largo y vertiginoso. Pocos profesionales pueden hablar de esa evolución con tanta propiedad como Manuel Martínez, Especialista Sénior en Productividad de TI en Lane Technology Solutions, quien desde Venezuela brinda soporte y soluciones a empresas en Estados Unidos.
Con más de 40 años de experiencia en la industria tecnológica, Manuel no solo ha sido testigo de los cambios más disruptivos del sector, sino también un agente activo en la modernización de entornos empresariales. Su mirada combina la experticia técnica con un profundo enfoque en la productividad, la empatía organizacional y el valor humano de la tecnología.
En entrevista exclusiva para FEBICHAM, Martínez comparte su visión sobre los desafíos actuales de las pymes en América Latina, la importancia de una cultura digital sólida, y cómo la tecnología puede ser el puente que fortalezca las alianzas binacionales entre Estados Unidos y la región. Además, ofrece consejos prácticos para empresarios que buscan digitalizar sus negocios sin perder de vista lo esencial: adaptabilidad, liderazgo y aprendizaje continuo.
Manuel, con más de 40 años de experiencia en el sector tecnológico, ¿cómo describirías la evolución más significativa que has presenciado desde los mainframes hasta los entornos modernos?
Acerca de la evolución más significativa desde los mainframes hasta hoy, en más de 40 años he visto la transformación del mundo digital en todas sus dimensiones. Hemos pasado de sistemas centralizados como los mainframes, donde todo era controlado por unos pocos especialistas, a un entorno completamente distribuido y accesible desde cualquier lugar del mundo. La nube, la virtualización y la inteligencia artificial han democratizado el acceso a la tecnología.
En la actualidad, una pequeña empresa puede acceder a recursos que antes sólo estaban al alcance de grandes corporaciones; la llegada de las redes LAN y WAN, permitieron conectar equipos dentro de una organización, compartir recursos, y colaborar de manera más eficiente; y finalmente, la masificación del internet lo cambió todo, pudiendo pasar de estar conectados localmente, a hacerlo globalmente. Es así como hoy se puede trabajar, comunicarse y colaborar desde cualquier lugar del mundo en tiempo real.
Esa evolución del PC a las redes locales y globales, hasta el internet, y la universalidad y difusión digital, han sido sin duda, la transformación y la evolución más profunda e impactante que he presenciado.
¿Hay algún proyecto, innovación o caso puntual de tu carrera que recuerdes con especial orgullo y que haya marcado un antes y un después en tu trayectoria?
Un hito que marcó un antes y un después en mi trayectoria fue la incorporación de tecnologías que rompieron con el modelo tradicional de operación tecnológica. El momento en que las organizaciones empezaron a adoptar infraestructuras virtuales, soluciones en la nube y conectividad global fue clave. Ya no se trataba solo de tener equipos potentes, sino de cómo integrarlos, escalarlos y ponerlos al servicio del negocio con agilidad y eficiencia. Participar en procesos donde una empresa pasaba de depender de servidores físicos locales, a operar con entornos híbridos o completamente en la nube, con acceso remoto, automatización e inteligencia integrada, fue sin duda uno de los cambios más revolucionarios que viví y que redefinió por completo los parámetros de productividad y alcance tecnológico.
Desde tu rol como especialista en productividad de TI, ¿cuáles consideras que son hoy las principales brechas tecnológicas que enfrentan las pequeñas y medianas empresas en América Latina y cómo pueden superarlas?
Las brechas más notorias encontradas en muchas pequeñas y medianas empresas (pymes) de América Latina, es que todavía existen barreras importantes para adoptar la tecnología de forma efectiva; destacándose como las más comunes, el desconocimiento de las herramientas digitales actuales; la existencia de una infraestructura obsoleta, caracterizada por el uso de equipos o sistemas ya muy antiguos; y una falta general de cultura digital dentro de las organizaciones.
A esto se suma una percepción equivocada, ya que muchas pymes ven la tecnología como un gasto, más que como una inversión la cual puede mejorar los resultados. Para cambiar esa mentalidad y forma de actuar, es clave mostrar que la tecnología no es algo lejano o complicado, sino una herramienta práctica que puede facilitar el trabajo diario, ahorrar tiempo, y ayudar a que el negocio crezca; valiéndose del impulso de la educación tecnológica.
Enseñar y usar aplicaciones, como por ejemplo, Microsoft Teams, mejora la comunicación entre los equipos; SharePoint, ayuda a organizar documentos y colaborar a distancia; y Power BI, permite visualizar datos del negocio para tomar decisiones más inteligentes y acertadas.
Pero estas no son las únicas herramientas, existen las de Microsoft, y las de otros proveedores, que pueden adaptarse a las necesidades específicas de cada empresa; desde plataformas para automatizar tareas repetitivas, hasta soluciones para ventas, marketing, finanzas, o atención al cliente.
Para superar estas brechas no se requiere al principio grandes inversiones, lo que realmente se necesita es dar el primer paso; por ejemplo, capacitar al personal, elegir herramientas adecuadas y empezar a usarlas poco a poco. Cuando se ve el impacto positivo en la práctica, la transformación digital deja de ser una idea lejana y se convierte en una aliada real del negocio, adaptada a la resiliencia.
En el contexto de FEBICHAM, que promueve la integración binacional, ¿qué papel puede jugar la tecnología en fortalecer alianzas comerciales entre empresas de Estados Unidos y América Latina?
La tecnología es el puente perfecto, entre Estados Unidos, América Latina, y el mundo entero. Plataformas colaborativas, e-commerce transfronterizo, inteligencia de datos y otros, contribuyen a reducir las barreras geográficas y culturales, basándose en la resiliencia de las organizaciones. Un ejemplo claro es, cómo herramientas de automatización o CRM, permiten que empresas de ambos lados gestionen operaciones, clientes y socios en tiempo real, con eficacia y eficiencia. La clave está en ver la tecnología no como un fin, sino como un habilitador de relaciones más fuertes, y duraderas en el tiempo.
¿Qué consejos prácticos darías a empresarios latinos que están digitalizando sus negocios o migrando a plataformas tecnológicas más avanzadas, pero enfrentan resistencia o desconocimiento en sus equipos?
Primero, escuchar a los equipos de trabajo, para superar el miedo al cambio, y si bien ello es natural, muchas veces es solo falta de claridad. Segundo, comenzar con pequeños proyectos pilotos que generen resultados visibles. Tercero, capacitar de forma continua y práctica a todos los colaboradores y talentos humanos. Y finalmente, liderar con el ejemplo, ya que cuando la dirección adopta la tecnología con entusiasmo, el grupo la sigue. Se puede decir que la transformación digital es tanto más un tema humano, como técnico
Finalmente, si pudieras dejar un mensaje a los empresarios y emprendedores miembros de FEBICHAM sobre el futuro de la productividad empresarial, ¿cuál sería tu principal recomendación?
El futuro de la productividad está en la simplicidad, así como automatizar lo repetitivo, empoderar a los equipos con datos, y usar la tecnología para liberar tiempo, y desarrollar la creatividad. Mi recomendación es que se adopten herramientas que se adapten a la empresa y sus talentos, y no al revés. Recordando, que el mayor activo de una organización no es la tecnología en sí, sino su capacidad para adaptarse y aprender constantemente, en vías de un crecimiento sostenido.
Manuel, ¿hay algo que quisieras agregar en esta entrevista?
En torno a mi experiencia profesional y laboral, quiero hacer notar que la empresa en la cual presto servicios actualmente, desde hace unos tres años, esta organización, denominada Lane Technology Solutions, localizada en Orlando, Florida, Estados Unidos, según mi punto de vista, siempre ha buscado adaptarse y cumplir con las innovaciones tecnológicas, así como con los estándares de cumplimiento a seguirse según los requisitos legales y éticos actuales; además de propiciar un excelente clima organizacional, caracterizado por la motivación y avance laboral; lo que a mi criterio contribuye con el logro de los objetivos comunes, tanto para la satisfacción de sus clientes, como su permanencia como organización.
Entrevista por: Jennyfer Montoya
Comunicadora Social- Periodista
FEBICHAM News
jennymg29400@gmail.com