Ante la negativa reacción del mercado a sus planes,la Administración estadounidense se inspira en los primeros meses de Ronald Reagan. Pero hay diferencias significativas.
El pasado fin de semana, Donald Trump calificó de «estúpida» la pregunta que le formuló una periodista sobre el alcance del declive bursátil que estaba dispuesto a asumir como consecuencia de su política de aranceles, y se limitó a decir que su «medicina» arancelaria exige este sacrificio.
Pero Scott Bessent, secretario del Tesoro, dio una pista sobre la visión de la Administración estadounidense en otra entrevista, al recordar como Ronald Reagan «se mantuvo firme» al inicio de su primer mandato presidencial pese a sufrir una dura reacción bursátil ante el fuerte aumento de los tipos de interés que aplicó la Fed -con Paul Volcker de presidente- para contener la inflación.
Ante estas declaraciones, los analistas de Jefferies recuerdan que, tras la primera victoria de Reagan en noviembre de 1980, el S&P 500 bajó 25% y Estados Unidos sufrió una dura recesión y un gran incremento del paro, como precio por la contención de la inflación.
«La analogía de Bessent y el hecho de que la Administración está enfocada a reducir los tipos para refinanciar la deuda lo más barato posible, apunta a una elevada tolerancia a más caídas de la Bolsa a corto plazo», señala Jefferies.
Un declive del 25% del S&P 500, respecto a sus máximos de febrero (6.163 puntos), lo dejaría en 4.600 puntos. (unos 5.000 puntos ahora mismo).
Se trata de un nivel cercano a los 4.700 puntos que Citi ve como suelo. Barclays recuerda que, de media, una corrección bajista en Wall Street implica un descenso de 25%, pero si hay recesión el desplome es de 42%.
Sin embargo, hay una clara diferencia de Trump con Reagan. Mientras éste se centró en combatir la inflación y veía mal el proteccionismo, los aranceles del actual presidente y sus críticas a los supuestos tipos altos de la Fed van a llevar a un aumento de precios, según todos los economistas.
Y la inflación, especialmente si va acompañada de frenazo económico, es lo que más detestan los inversores bursátiles.
Con Reagan, el S&P rebotó 180% entre 1982 y 1986. Pero la medicina de Trump parece más difícil de tragar, Barclays concluye que «Trump ha dejado la Bolsa en su segundo plano, por debajo de sus principales objetivos programáticos». Quizá solo una reacción negativa de consumidores y votantes haría recapacitar a la actual Administración.
Fuente: https://www.larepublica.co/globoeconomia/por-que-el-presidente-de-ee-uu-esta-dispuesto-a-asumir-un-desplome-bursatil-de-25-4105801