Fui una de las ingenuas (me encanta mi ingenuidad), que pensó que la pandemia nos volvería a casi todos, más nobles y más conscientes. Obviamente esto no ocurrió masivamente, pero acentuó lo que se venía dando. Los más conscientes aumentaron sus niveles de reflexión y pausa frente a sus decisiones y los más heridos siguen colocando las causas de sus conductas afuera de sí mismos.
Sin embargo, hay algo que dejo aquella etapa de la humanidad y que continua hasta hoy y esto es la cantidad de preguntas que nos estamos haciendo sobre distintos ámbitos de nuestra vida.
Estas preguntas parten desde lo más privado y existencial del ser humano hasta aspectos prácticos de funcionamiento cotidiano. Esto incluye reevaluar propósito de vida, misión y cómo queremos seguir viviendo de aquí en adelante.
Es impresionante la cantidad de personas que sobre los 35 años se está preguntado que quieren hacer con su próxima mitad y esto va desde donde quieren vivir, con quien y haciendo qué.
Obviamente esto incluye y explica el fenómeno de migración de lugares o ciudades grandes a pequeños barrios o espacios más tranquilos donde el contacto con la naturaleza parece ser en esas decisiones de alta importancia.
Estas preguntas involucran de todas maneras el mundo laboral, donde además de las problemáticas de los millenials , con su alta rotación y búsqueda permanente del placer por sobre el deber, están los cambios dentro de las organizaciones con teletrabajo y nuevas estructuras producto de las crisis económicas de cada país.
Esto genera la gran pregunta de ¿cómo se mantiene o se crea una imagen de marca con todas estas realidades?, ¿cómo hago como empresario para crear una imagen de marca o mantener la que tengo, si mis empleados rotan, los capacito y se van o cambian de misión de vida y necesitan otras condiciones laborales que yo no puedo dar? Otra pregunta frecuente es ¿cómo hago para generar una imagen con personas que casi no se ven físicamente, pero necesito que pertenezcan a mi visión de la organización?
La respuesta a estas preguntas, obviamente no se responden en este texto, sino que en un trabajo particular con cada una de
las organizaciones ; sin embargo la salida va por entender que el concepto de liderazgo esta pasado de moda y que la autenticidad y honestidad de cada uno de los involucrados es la opción que predomina en el mundo hoy .
En estos últimos días pude escuchar el discurso de despedida de la primera ministra de Nueva Zelanda que refleja en toda su magnitud las características de un mentor de estos tiempos, donde es más fácil pensar en organizaciones más horizontales y más cercanas y honestas que hace diez años o más, eran impensadas.
Contribuir a que las personas sientan pertenencia emocional a una organización es el gran desafío, y esto está directamente relacionado con la congruencia y la honestidad de las jefaturas, entre lo que dicen y lo que hacen, en beneficio de todos los participantes .
En un tiempo más, veremos sin duda, que estas serán las preguntas más importantes a nivel humano dentro de una empresa, independiente del tamaño que tenga y de lo que realice como función. Cada vez, veremos más la necesidad de desarrollar habilidades para transitar estas situaciones desafiantes, porque sin duda las organizaciones tendrán quieran o no que acompañar el desarrollo humano, educativo y cívico de las personas que las integran.
La causa de esta obligación de acompañar en el crecimiento personal, viene del déficit cada vez más fuerte de la educación pública y privada donde cada una, con sus propios errores ha dejado un vacío que se termina mostrando en el mundo de lo laboral. A esto se le suma la ausencia de las familias como agentes educadores, llevando a las empresas a compensar muchas veces sin darse ni siquiera cuenta estas realidades culturales con las que hoy hay que contar para tener éxito en cualquier desempeño laboral.
Las empresas que no entiendan que trabajadores felices, con pertenencia, y con vidas lo más plenas posibles , están condenadas a desaparecer, a tener excesos de rotación laboral o mantenerse con muy bajos niveles de satisfacción y de productividad.
En las próximas semanas iremos descubriendo otras preguntas y que habilidades son necesarios para ir solucionando estos y otros desafíos de estos tiempos.
