Bienvenidos a otro miércoles de reflexiones

Hoy vamos a revisar las prácticas más comunes en las compañías familiares que llevan a diferencias y malos entendidos en el largo plazo. Esto es importante porque como emprendedores y dueños de negocios la línea entre negocio familiar, y una familia de negocios es muy fina.

  • Los puestos se asignan por parentesco: En estos casos el problema es que la persona no tiene un puesto por mérito o formación, lo que provoca consecuencias negativas en la gestión del negocio, en una o varias áreas. Si bien es cierto que se puede aprender, es importante reconocer la necesidad de aprendizaje y accionar para lograrlo. Eso impacta la autoridad y el liderazgo, lo cual es clave al momento de llevar adelante una compañía que fue fundada al menos una generación anterior a la nuestra, cuyo equipo generalmente tiene respeto y responde a la autoridad del fundador.
  • La economía del negocio es la economía de la familia: Es clave separar los números de la compañía y los del grupo familiar. Lo que ocurre muchas veces es que la familia consume a demanda y como consecuencia se tergiversan los resultados del negocio, comprometiendo las finanzas del mismo, cuando en realidad el negocio es rentable (o puede no serlo) y debería ser prioritaria la salud financiera del mismo.
  • Compensaciones indefinidas o iguales: Respecto a los sueldos/compensaciones/honorarios vemos varios modelos diferentes. En algunos casos cada miembro retira a demanda, lo cual es injusto y genera dificultades en el largo plazo. Podemos definir a las personas entre gastadores y ahorrativos. En las familias se dan ambos perfiles, por lo tanto, es bastante obvia la dificultad a la que nos enfrentamos cuando uno de los socios prefiere ahorrar, y otro prefiere gastar, entendiendo que se retira a demanda, porque consistentemente el que prefiere ahorrar gasta menos y no genera un ahorro propio.

Algo similar ocurre cuando todos retiran lo mismo como compensación de diferentes puestos y diferentes responsabilidades, porque en el largo plazo, todos los miembros obtienen lo mismo pero aportan diferente valor a la compañía, lo cual genera diferencias y a veces resentimientos.

Idealmente, cada miembro tiene una compensación justa y acorde al puesto, las responsabilidades y el valor que agregan a la compañía, de esta forma, cada uno toma sus propias decisiones respecto a su economía.

  • Confusión entre el parentesco y el puesto: Es esperable que surjan diferencias de opiniones y criterios de acuerdo a que somos personas y a las áreas de la compañía en la que cada familiar opera. Lo importante es poder mantener las conversaciones familiares en un ámbito familiar, y tratar los temas profesionales en la oficina. Cada uno puede usar el método que le funcione, ya sea de acuerdo a espacios físicos, horarios, días de la semana, etc., pero es clave no mezclar la emocionalidad y el parentesco en decisiones empresariales.
  • Falta de límites y exigencia en el desempeño: Es muy común justificar a los miembros de la familia por falta de responsabilidad y bajo desempeño, a la vez que es difícil marcarlo y exigir cuando se detecta. Por esto, es importante definir objetivos medibles y específicos para cada puesto, con consecuencias de acuerdo el logro de los objetivos, como lo haríamos con otros miembros del equipo que no son familiares.
  • Experiencia previa: En muchos casos, el trabajo en la compañía familiar es el primer trabajo de la persona, y esto hace que la falta de experiencia colabore con el bajo rendimiento y falta de límites que vimos en el punto anterior. Además, en las experiencias laborales uno aprende en todo el proceso, desde las entrevistas, hasta los ejemplos positivos y negativos de los líderes con los que nos encontramos.
  • Ejecución de tareas por costumbre: Cuando entra una nueva generación es muy común que aporte diferentes perspectivas y nuevas ideas. La respuesta muchas veces es “Esto se hace así porque siempre se hizo así”, en estos casos es clave generar cambios, darle a la nueva generación la oportunidad de crear nuevos métodos, lo cual normalmente lleva varias pruebas y errores, pero nos lleva a una respuesta concreta frente a la pregunta “porque esto se hace así?”. Este tipo de cuestionamientos es lo que lleva a la compañía al desarrollo y a la evolución, por lo tanto, lejos de desestimarse, personalmente creo que debemos buscarlos y potenciarlos, entendiendo que el mundo es dinámico, los cambios llegan, y mucho mejor si nos encuentran preparados y hasta anticipándonos a los mismos.

Y como siempre dejo unas preguntas:

  • ¿Te identificas con alguna de estas prácticas?
  • ¿Crees que hay alguna oportunidad de cambio?
  • ¿La compañía tiene un puesto para cubrir? O ¿sumamos a un familiar porque no tiene trabajo?

Redacción

Gise Di Fabio para el Comité Empresarial de Mujeres AACC / FEBICHAM

gi@itscoachingtime.com

comitedemujeres@argentineamerican.org

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