Las compañías globales de fertilizantes que operan en Brasil pueden aumentar la producción local de importantes nutrientes para cultivos si el gobierno continúa mejorando el marco regulatorio para el sector, dijeron el martes representantes de la industria.

Hablando en un evento de la industria de un día de duración, los principales actores dijeron que Brasil es un productor de alimentos demasiado importante para depender de las importaciones de fertilizantes.

Marcelo Altieri, director ejecutivo de la unidad local de Yara International de Noruega, dijo durante una mesa redonda matutina que la dependencia de Brasil de las importaciones representa una amenaza para la seguridad alimentaria mundial, ya que el país es uno de los mayores proveedores de alimentos del mundo.

Sin embargo, al margen del evento, Altieri se negó a comentar si Yara estaría interesada en participar en una oferta por un proyecto de fertilizantes a base de nitrógeno que venderá la petrolera brasileña Petroleo Brasileiro.

Petrobras, como se la conoce, también busca postores para los derechos de extracción de potasa en la Amazonía.

Brasil importa alrededor del 85% del fertilizante que requiere, según el grupo comercial Anda. En marzo, tras el inicio de la guerra en Ucrania, el gobierno anunció un plan para impulsar la producción local.

Mosaic Co, el cuarto mayor productor de fertilizantes del mundo, dijo que las perspectivas para la producción brasileña comenzaron a mejorar después de que Brasil aprobó nuevas reglas para el mercado del gas.

El gobierno también mejoró la legislación fiscal que tendía a favorecer las importaciones, dijo un ejecutivo de Mosaic.

«Dependir de las importaciones no solo penaliza al país, sino también al mundo», dijo Arthur Liacre, ejecutivo de Mosaic Fertilizantes de Brasil, durante un panel de discusión por la tarde.

Liacre recordó que hace 25 años, la producción local de la mezcla de fertilizantes NPK alcanzaba para atender el 55% de las necesidades de Brasil. Hoy está un poco por debajo del 10%, señaló.

Ibram, un cabildero comercial minero, dijo en el evento que respalda la minería en territorio indígena de Brasil, lo que permite la Constitución, como una forma de reducir la dependencia de la importación de fertilizantes.

Brazil Potash Corp, con sede en Toronto, planea abrir una mina de potasa en el Amazonas.

En el sur de Brasil, la australiana Aguia Resources Ltd espera construir la primera mina de fosfato de la región a finales de 2023.