¡Bienvenidos de vuelta! ¿Cómo les fue la semana pasada con los libros? Espero que ya los hayan conseguido, cuando tengan comentarios sobre las lecturas, o recomendaciones, no duden en contactarme, dejo nuestros datos de contacto al final de la columna.
Hoy es miércoles de reflexión!
Resulta que yo suelo salir a correr, normalmente corro 5 kilómetros, y siempre me preguntaba “¿Cómo hace la gente para correr más? ¡Yo siento que no puedo!”
Tuve esta inquietud por un tiempo, entendiendo que no podía correr más porque tenía un pensamiento limitante, entonces al final del circuito de mis 5 kilómetros estaba cansada y llegaba con lo justo, no me sentía con energía para seguir.
En noviembre me mude, entonces el circuito para correr necesariamente cambió. Empecé a medir los kilómetros y a tratar de generar el nuevo camino. En esta búsqueda, consciente de esta idea limitante, comencé a esforzarme más. El nuevo camino que tomo es “Venetian Bridge”, y digo camino, porque no es un circuito cerrado.
Un dia, sali a correr con la consigna de correr todo lo posible, siempre desde la compasión, porque a veces no tengo muchas ganas, pero valoro mi esfuerzo y corro la distancia que me sienta. Este día corrí 8 kilómetros, y la próxima vez corrí 10.
Qué cambio? Varias cosas:
- Conciencia sobre mi cuerpo y mi mente: entendí que yo era mi propio límite, que pasar de 5 kilómetros, a 8, 10, y más, dependia de mi cabeza
- Cambie la ruta, ya no corro en circuito cerrado, corro en un camino abierto, esto hace que tenga un principio, pero no tengo un final, porque vuelvo de acuerdo a como me siento, no dependo de un final o una llegada. No tengo límite.
Qué impacto tuvo:
- Recordé que si quiero puedo
- Que si tengo la cabeza y la energía puesta en mi objetivo, voy a llegar bien
- Que hay que abrir caminos, que los caminos cerrados se vuelven un estancamiento, un círculo vicioso, la zona de confort y que yo quiero atraer oportunidades y estar abierta a los cambios, a los caminos nuevos, a la evolución y el desarrollo
- Que las mejoras y el desarrollo viene de la mano de un esfuerzo, de momentos desafiantes donde uno tiene que poner energía, voluntad, humildad, resiliencia, tiempo, entre otras cosas para lograrlo.
- Que dejar la zona de confort vale la gloria y la alegría! Es un esfuerzo, no una pena, y la recompensa no tiene precio
- Decidi que voy a correr la proxima marathon de Miami
Hay algo más, esto lo logré porque tuve diferentes compañeros que me ayudaron a superar mi marca, el proceso no lo hice sola. Por esto también te llamo a reflexionar sobre las personas que te rodean, y a valorar la importancia de juntarnos con gente positiva, que esté en la misma frecuencia de superación que nosotros. Como ya dije en otras oportunidades, la zona de confort nunca llevo a nadie al próximo nivel, y ser parte del promedio esta bien, si ese es el objetivo, pero si queremos ser parte de los extraordinarios, tenemos que hacer un poquito más, empezando por la gente con la que compartimos, siguiendo por los buenos hábitos, y la toma de consciencia, y finalmente tomando decisiones valientes y con impacto.
Con estas ideas te pregunto:
- ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
- ¿Cuál es el próximo récord personal que vas a romper?
- ¿Qué camino cerrado estás transitando en tu vida?
- ¿Qué podrías hacer para abrir ese camino y evolucionar, crecer, mejorar?
- ¿Qué pensamiento limitante tendrías que revisar?
- ¿Quién podría acompañarte en el proceso de desarrollo?
Redacción: Gisela Di Fabio para el Comité Empresarial de Mujeres AACC/FEBICHAM
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