“Tenemos los medios para cambiar básicamente todo”. A cinco años de la firma del Acuerdo de Paris y a menos de tres años de haber iniciado su protesta “Viernes por el futuro”, la frase desafiante pertenece a la joven activista sueca Greta Thunberg. Elegida por la revista Time como la Persona del Año en 2019, e incluida por la BBC entre las 100 mujeres más relevantes del mundo, su voz convocó a miles de jóvenes en todo el mundo, incluyendo a muchos en Argentina, varios de ellos nucleados en Jóvenes por el Clima.
Sin embargo, no todos los jóvenes reaccionan de la misma manera. Según los especialistas, los jóvenes son los más propensos a presentar cuadros de ecoansiedad, un síntoma de la época debido al temor crónico de sufrir un cataclismo ambiental. Las punzantes declaraciones de Greta sobre la responsabilidad de los gobernantes acaso llamen más la atención, aunque las noticias en los medios justifican el miedo.
La cantidad de eventos climáticos ha crecido en las últimas décadas. La devastadora situación en el Amazonas se vio parcialmente opacada a fines de 2019 e inicios de 2020 por los incendios en Australia. En Estados Unidos, el trienio 2017-2019 produjo pérdidas estimadas en unos USD450.000 millones, equivalentes al PIB de Argentina. A diferencia de décadas atrás, cuando el cambio climático era percibido como algo difícilmente imaginable y además lejano en el tiempo, sus consecuencias aparecen ahora en tiempo real por la inmediatez de los medios y de las redes sociales, y porque existen personas y empresarios que ya lo sufren en carne propia.
El interés por la sustentabilidad ha crecido fuertemente en los últimos años, dejando atrás no sólo el llamado business as usual sino también la vieja dicotomía entre rentabilidad y sostenibilidad, y generando cambios transformacionales en la forma de hacer negocios de miles de compañías. Los compromisos corporativos de ser carbono neutral hacia 2050 se multiplican, para lo cual las empresas desarrollan nuevas estrategias buscando que sus productos y servicios sean más sostenibles, disminuyendo su huella ecológica, lo cual abre mercados y beneficia su reputación corporativa.
Fuente: https://www.perfil.com/noticias/ecologia/al-86-de-los-millennials-le-interesa-invertir-en-negocios-sustentales.phtml