A fines de los ’80 la industria discográfica a nivel mundial vivió una verdadera revolución. La irrupción de un nuevo soporte como el compact disc obligó a todo el sector a replantear su modelo de negocios. La Argentina no se quedó afuera de los vientos de cambio y frente a la aparición del nuevo producto, las seis principales fábricas locales de discos de vinilos y casetes decidieron unirse para poner en marcha una nueva empresa focalizada en los CD’s.

La firma fue bautizada como Laser Disc y durante décadas dominó el negocio discográfico en la Argentina y en gran parte de la región, ya que llegó a contar con filiales en Chile, Perú y Costa Rica, más de 700 empleados y en su mejor momento alcanzó a fabricar más de 50 millones de CD’s anuales.

La aparición de un nuevo competidor como el streaming hace unos años significó una nueva revolución que no perdonó a los fabricantes de CD’s. El avance incontenible de servicios como Spotify y Apple Music empezó a pegar en forma directa en el negocio de Laser Disc y ante el nuevo escenario, en la compañía decidieron volver a las fuentes.

Lionel Rodríguez y Marisol Urueña -los hijos de dos de los socios fundadores de Laser Disc- apostaron al renacimiento del vinilo, que durante años había quedado circunscripto al segmento de melómanos y coleccionistas, pero que en todo el mundo vivía un renovado auge sumando nuevos consumidores, incluyendo los oyentes más jóvenes.

Con este objetivo, hace seis años iniciaron las importaciones de los primeros vinilos y en 2017 se decidieron a dar el salto con la puesta en marcha de una fábrica en la Argentina.

«De entrada nos costó convencer a nuestros padres del potencial que tenía el negocio, pero rápidamente la demanda respondió. Hoy estamos fabricando 60.000 vinilos mensuales pero no estamos dando abasto y por eso estamos trayendo una segunda línea que nos va permitir duplica la producción», se entusiasma Rodríguez, que hoy preside una empresa que factura US$20 millones anuales, después de haber recorrido todas las instancias dentro de Laser Disc. «Comencé reponiendo discos en las bateas», asegura el emprendedor.

1. Ampliar el mercado
Cuando comenzaron a madurar la idea de volver a fabricar vinilos en la Argentina, la nueva generación de Laser Disc tenía algo en claro: debían apostar a un producto accesible, con la mira puesta en ampliar el mercado de compradores. El mejor ejemplo de que si se baja el precio se gana en volumen lo acaban de tener con el lanzamiento de una colección que está haciendo Laser Disc con la revista Rolling Stone. La propuesta incluye discos históricos del rock de Ramones, The Doors y David Bowie, entre otros, que se comercializan en quioscos de diarios y revistas a $1500, cuando un precio de un vinilo nuevo en la Argentina no baja de los $2500 o $3000.

«Estamos convencidos que si uno masifica el acceso, el vinilo es un producto altamente atractivo porque tiene un valor percibido muy alto. Si uno llega a un cumpleaños con un CD de regalo te lo tiran por la cabeza, en cambio si caés con un vinilo quedás muy cool», explica Rodríguez.

Para llegar al consumidor final con un precio tan atractivo en Laser Disc tuvieron que afilar mucho los números. El costo de producción de un vinilo no baja de los 3,5 dólares, pero a este ítem hay que sumar las regalías que se pagan a los sellos discográficos -dueños de los derechos de edición- y a los propios artista, nacionales o internacionales.

«El vinilo está visto como un producto de consumo más de élite y por eso muchos artistas internacionales te piden una regalía especial que sea mucho más alta. Nosotros tenemos la licencia para la producción de productos físicos -ya sea vinilos o CD’s- del sello Warner Music pero además tuvimos que negociar pagar un royaltie especial y bajar mucho los márgenes para lograr un precio final más económico», explica Rodríguez.

2. Adaptarse al contexto político
Después de ver que la demanda respondería y que existía un mercado comprador de vinilos en la Argentina, el paso siguiente fue empezar a hacer números para instalar una planta de producción propio. Laser Disc históricamente tuvo un negocio más grande en Chile y por esta razón, la primera opción que barajaron fue poner la fábrica del otro lado de la Cordillera.

«La primera idea fue Chile porque ahí tenemos más ventas y además es un mercado con una salida al mundo mucho más grande, pensando en el negocio de la exportación. Pero al final nos decidimos por Buenos Aires y la inversión la hicimos en nuestra planta de Mataderos, porque veíamos que la economía argentina tiende a cerrarse al mundo y por lo tanto nos iba a resultar más fácil abastecernos de productos a nivel local», explica Rodríguez.

Para volver a fabricar vinilos en la Argentina tuvieron que importar equipos desde Alemania y también iniciaron el rastreo de máquinas que habían arrumbadas en plantas cerradas y estudios de grabación. La fábrica se reinauguró en 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri que mostraba señales de una cierta apertura económica, pero a la vista del panorama actual la decisión de los socios de Laser Disc resultó más que acertada.

3. Desarrollar nuevos canales
Uno de los desafíos que enfrenta Laser Disc es donde canalizar sus ventas. Las tradicionales disquerías prácticamente desaparecieron de la Argentina y de la mayoría de los países de la región. En Chile, la solución que encontraron fue apostar al desarrollo de su propia red de puntos de venta, con el foco puesto en los supermercados.

«La exposición genera demanda y en Chile los supermercados son verdaderos lugares de encuentro para toda la gente. Las personas se juntan a tomar un café en el Jumbo, así que nos decidimos a poner nuestra red comercial y hoy tenemos 350 puntos de venta, incluyendo las góndolas en los supermercados y algunas tiendas en shopping centers, con la marca Plaza Independencia», señaló Rodríguez.

4. Nunca dejar de crecer
A pesar de la pandemia y de los problemas que arrastra la economía argentina, en Laser Disc aseguran que nunca dejaron de analizar planes de expansión, incursionando en negocios ligados a la música. Sin descuidar la producción de discos, la empresa local está asociada con marcas internacionales como las bandejas de discos Crosley, los amplificadores Marshall o la línea de productos Oster.

A nivel local, en la empresa son conscientes de las dificultades que existen para la comercialización de este tipo de productos importados y por eso el foco está puesto en el desarrollo de su propio marketplace. Se trata de la plataforma plazamusica.com.ar en la que comercializan los vinilos que editan -con su sello Plaza Independencia Música- y también material de terceros y otros productos como auriculares, parlantes y tocadiscos.

Además, no descartan poner un pie en otros mercados de la región. «Estamos mirando posibilidades como sumar la licencia de Warner Music para otros países como Colombia y México, primero con la comercialización y después eventualmente con la producción de discos»

5. No repetir errores del pasado
A esta altura está claro que el presente -y todo iniciada que también el futuro- de la música pasa por el streaming y que el vinillo tendrá un papel relevante liderando el nicho de productos físicos. Sin embargo, la historia enseña que las modas en este campo son muy cambiantes y nadie puede descartar que en unos años el CD llegue a tener un revival parecido al que hoy se vive con el LP.

Frente a este escenario, en Laser Disc son conscientes de los errores que no deben volver a cometer. «Hoy seguimos fabricando CD’s pero el día en que el negocio se termine hay algo que tenemos claro: no vamos a volver a repetir el error que tuvimos con las máquinas para prensar vinilos y todos los equipos los vamos a guardar bajo siete llaves. El CD es un producto atractivo, y que tiene arte, así que no me extrañaría que se vuelva a poner de moda. Y en ese caso, vamos a estar con las máquinas preparadas».

 

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/el-senor-vinilos-los-fabrica-argentina-factura-nid2471469

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