El país se posiciona a la par de las naciones más desarrolladas según los factores ESG y ocupa el primer lugar entre las economías emergentes según J.P Morgan.

Uruguay es uno de los destinos más atractivos para hacer negocios, es sinónimo de confianza, transparencia y resiliencia económica. El país lidera importantes índices a nivel regional en este sentido, y ha logrado posicionarse a la par de las naciones más desarrolladas según los factores ESG, de acuerdo a las consultoras BlueBay y Verisk Maplecroft. Asimismo, lidera entre los mercados emergentes en el índice J-ESG-EMBI de la reconocida financiera J.P. Morgan, que incorpora una perspectiva de sustentabilidad de mediano plazo en su evaluación de riesgo país.

Por su sigla en inglés, los factores ESG (Environmental, Social, Governance) implican la aplicación de aspectos ambientales, sociales y de gobernanza en la evaluación de riesgo crediticio y en el diseño de estrategias de inversión.

A medida que criterios como los de sustentabilidad ecológica y social adquieren mayor importancia en la toma de decisiones de asignación de capital, grandes empresas e inversores han comenzado a centrar su atención en estos ítems a la hora de hacer negocios, incorporando aspectos no financieros en el análisis de riesgos y oportunidades. De este modo, se añade a la evaluación tradicional una mirada de sostenibilidad a mediano plazo, que ayuda a optimizar la ecuación rentabilidad – riesgo.

En el reporte “El rol de los factores ESG en la inversión de deuda soberana”, elaborado conjuntamente por BlueBay Asset Management, uno de los mayores especialistas en gestión de activos de renta fija de Europa, y Verisk Maplecroft, compañía global de análisis de riesgo especializada en datos de ESG, clima y riesgo político, se ponderan ocho factores de riesgo en una tipología de nueve dimensiones, para evaluar el desempeño de 97 países en el lapsus de cinco años.

En su análisis de situación, el informe contempla aspectos medioambientales como vulnerabilidad y respuesta ante el cambio climático, marco regulatorio y escasez de agua, aspectos sociales como libertad de expresión y opinión, desigualdad de ingreso, derecho a la privacidad y derechos de las mujeres y niñas, y aspectos de gobernanza política como corrupción, eficacia del sistema regulatorio, estabilidad gubernamental y respeto a los derechos de propiedad.

Para el período 2013-2018, Uruguay se posiciona a la par de los países más desarrollados del mundo, por encima de naciones como Singapur, Grecia y Taiwán. Con un desempeño general que lo ubica en el grupo de mayor puntuación, el país registra su mejor perfomance en aspectos como gobernanza futura y actual, resiliencia social, situación social actual, futuro ambiental y situación ambiental actual.

Asimismo, “la inclusión de la dimensión temporal y de aspectos como la resiliencia” reviste vital importancia en la medida en que permite “distinguir entre factores que son relevantes en el presente de aquellos que son relevantes para el futuro”. Este aspecto es “crucial para la materialización de la inversión”, ya que “cuantificar la resiliencia -la capacidad de una entidad para gestionar o minimizar los efectos negativos de un riesgo o shock- es clave en un mundo caracterizado por los puntos de inflexión”, señala en reporte.

Por su parte, la consultora J.P Morgan incorporó los factores ESG para ponderar su evaluación en el Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) – principal indicador del riesgo país- , y así obtener el indicador J-ESG. Por su calificación en ese índice, Uruguay ocupa el primer lugar entre las economías emergentes.

Para enero 2020, Uruguay mantiene la mayor ponderación (4,8%) en el índice J-ESG entre mercados emergentes, con un peso 98% superior a la obtenida en el índice convencional EMBI (2,4%), según el Reporte de Deuda Soberana 2020 de la Unidad de Gestión de Deuda (UGD) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Superando a naciones como Panamá, Emiratos Árabes Unidos o China, el país conjuga las ventajas de un mercado emergente, con las certezas y estabilidad que caracterizan su clima de negocios.

A la vanguardia de la revolución sostenible, Uruguay destaca en el mundo por su aporte a la construcción de una economía global respetuosa con el medio ambiente, que vela por un uso eficiente de los recursos naturales. Además de apuntalar la transición energética en el continente, el país es el líder regional en democracia, gobierno digital y participación, y la nación latinoamericana con los porcentajes más bajos de pobreza y desigualdad.

Un país estable y predecible, con reglas de juego claras, Uruguay presenta una serie de ventajas competitivas que lo hacen un destino excepcional para invertir. Atractivos beneficios fiscales e incentivos gubernamentales se conjugan con talento calificado y multilingüe, altamente competitivo y flexible. Además de una moderna infraestructura tecnológica, que hace del país un hub de negocios de primera clase, ha dado un espectacular salto hacia la sustentabilidad ecológica, con una apuesta decidida a las energías renovables.

Un país que ofrece las ventajas de un mercado emergente y reduce al mínimo los riesgos del inversor, confiable y transparente, y que está llamado a cumplir un rol de liderazgo en la economía del futuro.

Fuente: https://www.uruguayxxi.gub.uy/es/noticias/articulo/uruguay-el-pais-emergente-mas-atractivo-para-invertir/

 

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