Por Sonia Schott

No bien finalizó su ceremonia de inauguración, el presidente, Donald Trump firmó una serie de órdenes ejecutivas que incluyeron a la industria de la energía, revirtiendo las restricciones de la era Biden a las perforaciones en alta mar y levantando la moratoria en las nuevas exportaciones de gas natural licuado.

Comenzando por declarar la emergencia energética, la orden ejecutiva de Trump concede prioridad a los permisos para los combustibles fósiles, la energía hidroeléctrica, los biocombustibles y la energía nuclear, sobre otras fuentes.

Así mismo, ordenó la suspensión de fondos relacionados con la ley climática, destinada a impulsar la contribución de Estados Unidos a la transición energética hacia energias más limpias.

Y es que entre las metas que impulsa la Casa Blanca se cuentan, el fomentar la exploración y producción de energía en tierras y aguas federales, incluida la Plataforma Continental Exterior, con el fin de satisfacer las necesidades nacionales a la par de consolidar a Estados Unidos como un líder energético global a largo plazo.

En la misma sintonía, el American Petroleum Institute, sostiene que satisfacer las necesidades nacionales y consolidar el liderazgo estadounidense a la par de cortar la dependencia con China, pasa por:

-Proteger la elección de los consumidores quienes deben tener más opciones y no menos en el área energética.

-Impulsar la fortaleza geopolítica de Estados Unidos como exportador neto de energía    asegurando su puesto de proveedor preferido entre los aliados en el mundo.

-Aprovechar de los recursos naturales para beneficio del país.

-Reformar el sistema de permisos eliminando las regulaciones onerosas y la burocracia gubernamental para promover el flujo de capital proveniente de la industria del petróleo y el gas.

Durante el foro anual sobre el “Estado de la Industria Energética” 2025, de la Asociación de Energía Estadounidense (USEA)en Washington, Fred Hutchinson, presidente de LNG Allies nos comentó que pensaba que, en aras de favorecer la diversificación de fuentes de energía en esos lugares donde el cambio climático se ha convertido en una prioridad, “la escogencia de la energía eólica y solar bien puede merecer reconsideración por parte de la nueva administración y por nuestra parte, que en cuanto al gas natural licuado, esperamos la cooperación y promoción del gobierno para continuar su utilización”.

Según un reciente reporte de enero de 2025, de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, (EIA) por sus siglas en inglés, la producción de petróleo crudo aumentará en 2025 a un promedio de 13,3 millones de barriles por día y se espera supere la demanda mundial de productos derivados del petróleo, lo que haría bajar los precios del petróleo en 2026.

El pronóstico de la EIA, estima el precio del crudo Brent alrededor de los 74 dólares por barril en 2025, un 8% menos que en 2024, continuando su descenso hasta los 66 dólares por barril, en 2026.

La demanda de electricidad igualmente experimentará una subida en la demanda.

El consumo de electricidad en Estados Unidos creció un 2% en 2024 después de casi veinte años de mantenerse relativamente estable y la EIA espera que la demanda de electricidad crezca más rápido en el sector industrial y comercial (un 2% en 2025 y un 3% en 2026). En el sector comercial, la demanda será de un 2% tanto en 2025 como en 2026.

En cuanto al gas natural, los precios aumentaran porque el crecimiento de la demanda, liderado por las exportaciones de GNL, supera el crecimiento de la producción.

La promesa del presidente electo Donald Trump de acabar con el desarrollo de la energía eólica marina «desde el primer día» de su segundo mandato ya está provocando una ralentización de los proyectos en la Costa Este, pero es probable que el mayor parque eólico propuesto en el Golfo de México siga en marcha.

Esto se debe a que el proyecto tiene un cronograma de desarrollo tan largo que el mandato de cuatro años de Trump terminará antes de que comiencen los permisos y la construcción, según RWE, el gigante energético alemán que planea construir un parque eólico de 2.000 megavatios a unas 40 millas al sur de Lake Charles. No se espera que el proyecto, que podría abastecer a más de 350.000 hogares, esté operativo durante aproximadamente una década, «El proyecto tiene un cronograma de desarrollo de largo plazo que es más largo que el de cualquier administración federal, y con una fecha operativa planificada para mediados de la década de 2030», dijo el portavoz de RWE, Ryan Ferguson, según la cadena CNBC.

“No vamos a hacer lo de la energía eólica. Los molinos de viento grandes y feos arruinan tu vecindario”, dijo Trump a sus partidarios durante uno de los eventos parte de la inauguración presidencial, en Washington.

Si bien con una orden ejecutiva independiente, el presidente suspendió temporalmente los contratos nuevos o renovaciones de arrendamiento para proyectos eólicos marinos y terrestres y el arrendamiento de proyectos de energía eólica en la plataforma continental exterior, en el sector de la energía renovable hay cierto optimismo sobre las políticas anti-eólicas del presidente Trump, pues consideran el proceso de reemplazo de combustibles fósiles con productos eléctricos como imparable.

El Fondo Monetario Internacional ya venía alertando desde el 2022 que, aunquelas perturbaciones globales en los mercados energéticos y la guerra en Ucrania han dado un nuevo impulso a la promoción de las energías renovables y al avance hacia la neutralidad de carbono, el consenso mundial en torno a la transición energética se hace más fuerte pero los desafíos para esa transición también se están volviendo más claros destacando que además del ritmo incierto del desarrollo y la implementación de tecnologías destacan: El regreso de la seguridad energética como un requisito primordial para los países. La falta de consenso sobre la velocidad con la que la transición debe y puede tener lugar, en parte debido a sus posibles perturbaciones económicas. Una división cada vez más profunda entre los países avanzados y en desarrollo sobre las prioridades en la transición. Los obstáculos para expandir la minería y construir cadenas de suministro para los minerales necesarios para el objetivo de neutralidad de carbono.”

Fuente: https://app.constantcontact.com/pages/campaigns/email#/edit/activity/1047e1e1-0530-4444-a93a-1d06631f5502

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