ueron solo tres minutos. Marcos Galperin estaba solo frente a un hombre que se había ubicado en el pupitre de al lado. El aula de Stanford esperaba silenciosa a los alumnos que se sumarían a la clase de Jack Macdonald, uno de sus profesores favoritos, porque siempre traía a los referentes más importantes del mundo de los negocios a nivel global. Era marzo de 1999 y faltaban solo dos meses para que el creador de Mercado Libre se graduara.

“Hola soy Warren Buffett, solo que me disfracé de John Doe”, le dijo sonriente el oráculo de Omaha y uno de los inversores más importantes del mundo a un Galperin que lo había desconocido. Una ironía americana de lo que sería un “Juan Pérez” vernáculo. No existía por entonces Google images ni buscadores de fotos, por lo que la ficha le cayó un rato después, cuando todos sus compañeros se le pegaron al hombre que tiene a título personal tres veces las reservas brutas de la Argentina como fortuna.

Una vez que terminó la clase, Galperin se le acercó a Macdonald y le contó que había perdido una oportunidad de oro para “venderle” la idea de Mercado Libre, por entonces un proyecto al que 19 de 20 compañeros de clase no le veían viabilidad, pero en el que creía firmemente. Jack Macdonald, que a lo largo de sus 50 años de carrera enseñó a 10.000 estudiantes de MBA y educación ejecutiva, le dio una respuesta más que alentadora. “No te preocupes. Buffett no está invirtiendo en América Latina. El que sí lo hace es John Muse, que vendrá a nuestra clase”, afirmó.

La bala de plata para conseguir un inversor no se le escaparía esta vez. De ahí que junto a Marcelo Benítez e Ignacio Giraldo, dos compañeros de clase de la Universidad de Stanford, se convirtieron en los encargados de acompañar a Muse de regreso a su avión privado.

Galperin había practicado el momento 150 veces. Pero sus compañeros no lo dejaban emitir bocado. Fue así como intencionalmente confundió el camino unos minutos hasta que finalmente le pudo describir su plan al que tiempo después sería uno de los titulares del fondo de inversión Hicks, Muse, Tate & Furst, y que por entonces ya tenía la mira puesta en Latam. En este nuevo capítulo de Hacedores que inspiran de LA NACION + EY, Galperin cuenta su historia. De los inicios a convertirse en la compañía más valiosa de América latina, con una comunidad de 1,2 millones de vendedores.

-¿Qué pasó después?

-Me di cuenta que no iba a llegar a contarle todo y él nunca me había dicho que iba en un avión privado por lo que me perdí para ganar un poco de tiempo y pude contarle el proyecto. Entonces cuando él se mostró súper entusiasmado, la verdad es que la conversación fue espectacular, y se embaló y me preguntaba más y más y viste cómo es Estados Unidos, tomaste la salida equivocada, son 15 minutos para retomar y bueno, con eso logré poder contarle todo.

«Es un mito total que quiera ser presidente. Tampoco quiero entrar a la política. Ni sé de dónde salió esa versión»

-¿Cuándo te dio el sí para la inversión inicial?

-Cuando llegamos al aeropuerto, nos bajamos para despedirlo, se subió al avión y nos quedamos ahí. Y de golpe baja, y ya en medio del ruido del avión me agarra y me dice al oído: me quedé fascinado con tu idea, avísame cuando la lances que quiero invertir. Y se va. Mis compañeros se quedaron mudos.

-¿Cuánto te cuestan los no?

-Si alguien me dice que no, no es que digo sí. Pero si estoy muy convencido, cuanto más me dicen que no, más energías me dan porque ahí está la oportunidad. La oportunidad se produce cuando muchos creen que va a pasar algo y otros creen que va a pasar lo contrario. Pero uno está del lado correcto.

-¿Cuánto hay de esfuerzo y cuánto de estómago?

-Un 50% de estómago y un 50% de esfuerzo.

«No miro los faveos ni los haters en las redes sociales. Me pasa como con Mercado Libre, cuando las cosas van muy bien no me pongo muy contento y cuando las cosas van muy mal no me pongo muy triste. No me cambia ni para un lado ni para el otro.»

-¿Cómo juega la suerte?

-La suerte siempre está. Hay muchas situaciones que pasaron que fueron suerte, por ejemplo, en un momento nosotros hubiésemos vendido la compañía y no lo hicimos porque el comprador se arrepintió. La realidad es que nosotros habíamos accedido a venderla. Y bueno, entonces la suerte es fundamental. Pero si no hay esfuerzo e intuición que nunca viene de la nada, sino de estudiar mucho, o sea, de saber, de estar viendo todo lo que pasa en el mundo, en todas las industrias relacionadas y decir yo creo que va a ir por acá, las cosas no ocurren. Yo no tengo la intuición de si va a salir colorado o negro en el casino, esa no sirve. Después la suerte es que pasen accidentes como estos, que ibas a ir por un lado y realmente por suerte terminaste yendo para el otro o te encontraste con una persona.

-¿Qué significó para ustedes la llegada de eBay al capital de la empresa?

-Fue un momento bisagra. Uno de los fundadores de eBay, Jeff Skoll, era un exalumno de la Escuela de Negocios de Stanford, y en ese momento la empresa era como hoy sumar a Google más Amazon más Facebook. Era la más importante de tecnología por lejos y, por lo tanto, una enorme oportunidad. Ellos habían comprado una empresa en Europa y tenían una subsidiaria en Brasil y dijeron: vamos a enfocarnos en Europa y vamos a buscar un socio para que maneje esta subsidiaria en Brasil y sea nuestro socio en América Latina. Y ya para ese momento que era 2001, de los 50 que habíamos empezado en América Latina, quedaban básicamente cuatro y bueno, eso fue un gran espaldarazo.

-Ellos adquirieron 20% del capital que por entonces era de ustedes.

-Sí, compraron el 20%. No nos pagaron ni un dólar, pero nos dieron esa subsidiaria que tenían en Brasil, que era ínfima, pero nosotros con tal de asociarnos con eBay, hacíamos cualquier cosa.

-De ese momento a hoy muchas cosas cambiaron. Ya tienen 75.000 empleados y hacen 334 transacciones por segundo. ¿Cuánto te cuesta delegar?

-Me cuesta poco y muchísimo a la vez, es decir, yo tengo un equipo increíble y le delego muchísimo. Imagínate que hoy en día en Mercado Libre es ínfimo lo que yo puedo hacer en términos prácticos. Si vos ves la cantidad de cosas que se hacen en una semana y cuánto hago yo, es ínfimo lo mío. Por otro lado, es como que sé todo lo que está pasando, estoy al tanto de todo y de las cosas que me parecen relevantes. Me meto todo lo que sea necesario hasta que me sienta cómodo con ese tema, o con ese problema, o con ese asunto. Pero, entonces, creo que delego muchísimo.

-¿Cuál es el balance que implica ser manager?

-Es como ser padre, yo siempre digo, son solamente dos cosas, mucho amor y muchos límites. El tema es cuándo lo vas manejando y cada hijo es distinto. Lo mismo pasa con delegar. A una gente le podés delegar más, a otra le podés delegar menos, pero después en ciertos momentos o con algunos temas tenés que estar más encima.

-En 2003 nace Mercado Pago que fue otro hito y un cambio de paradigma…

-Mercado Pago está en el plan original de Mercado Libre, que tengo escrito. Está Mercado Pago y todo cómo iba a funcionar. Es un business plan que lo escribí en Stanford.

-¿Dónde está?

-Lo tengo en mi casa en una carpeta. Son muchas hojas. Pero Mercado Pago está en el plan original y era una de las formas que nos imaginábamos de poder cobrar nuestra comisión, que vos le pagabas al vendedor, pero Mercado Libre retenía ese dinero y solamente le iba a dar los fondos al vendedor cuando el comprador decía: “recibí el producto y está ok”. Entonces ahí Mercado Libre le liberaba el dinero al vendedor menos la comisión. Era una parte clave. Lo que pasa es que nos tomó un tiempo poder llevar todo a cabo. Vos me preguntabas si nos imaginábamos que íbamos a ser así de grandes y yo creo que llegué a contestarte que sí, que pensábamos que íbamos a ser tan grandes. Pero no nos imaginábamos lo difícil que iba a ser construir esto.

-¿Por qué?

-Porque es muy difícil. En América Latina es muy difícil hacer cosas. Por eso yo admiro tanto a los emprendedores y me gusta tanto juntarme con ellos, es como dar vida y es muy difícil dar vida, es muy complejo. Hacer que algo exista, que funcione y que sea sustentable es realmente complejo. Solamente la gente que lo hizo puede entender lo difícil que es. Por otro lado, por suerte uno no sabe lo difícil que es, porque si ya de entrada te dicen todo lo que va a costar, de golpe decís no, esto va a ser muy complicado. De hecho, una infinidad de gente, no solamente los 19 compañeros míos de Stanford, la gran mayoría, inversores, todos te dicen que no va a funcionar.

-¿Qué le aconsejás a un chico que te pregunta qué debería ser cuando sea grande?

-Para mí lo más importante es saber aprender, si vos sabés aprender, tenés un cerebro flexible y te vas a poder adaptar. Hace 10 o 15 años, yo te decía es fundamental saber programar y ahora empiezan a aparecer estos robots que programan realmente muy bien o, al menos, una parte importante del programa te lo puede hacer el robot. Tal vez todavía no programan perfecto, pero digamos que un programador que sabe usar estos robots bien, es 10 veces más productivo que uno que no tiene acceso a esta herramienta o que no la sabe usar bien.

-La inteligencia artificial que hoy atraviesa todo, ¿cómo la ves? ¿Como una amenaza o una oportunidad?

-Las dos cosas. Para la gente que la rechaza es una amenaza. Es decir, a vos no te va a dejar sin trabajo un robot de inteligencia artificial, te va a dejar sin trabajo alguien que entendió la inteligencia artificial y la está usando y vos no la estás aplicando. Entonces creo que es una oportunidad enorme, pero todos estos cambios generan oportunidades y amenazas.

-Hoy con Mercado Libre están creando 27 nuevos puestos de trabajo por hora. ¿Qué te genera?

-Un orgullo enorme. Estoy muy contento con lo que hemos logrado. Creo que donde estamos es una fracción ínfima de donde vamos a estar en 20 años. O sea, creo que cuando miro para adelante veo tantas oportunidades, tanto más para hacer, pero estoy muy contento con lo que hemos logrado hasta acá y sobre todo con el equipo que hemos construido.

-¿Tenés anotada la estrategia de los próximos 20 años?

-La tengo acá. (Señala su cabeza) Hoy la educación está toda online, te podés meter a YouTube y tener acceso a los mejores profesores del mundo, de Stanford, de Harvard y ver las clases gratis, están ahí. El tema es qué haces vos después con ese conocimiento. Primero es ser proactivo y animarte a la educación de esa manera es una posibilidad. Y después qué haces con ese conocimiento. Entonces para mí saber aprender es fundamental porque creo que todo el mundo va a tener acceso al conocimiento. El tema es qué haces con ese conocimiento.

-Hubo versiones de que te querías meter en política, que querías ser presidente de la Nación, ¿mito o realidad?

–Es un mito total, ni siquiera sé de dónde salieron esas versiones.

–¿O sea que no te interesa entrar en política?

–Para nada.

–Hoy en las redes sociales sos vos de manera explícita. ¿Te trae costos? ¿Te trae retornos? ¿Por qué lo decidís?

–Bueno, como bien sabés no me gusta salir en notas. A mí lo que me gusta de las redes sociales es que siento que es muy similar a Mercado Libre. Nosotros democratizamos el comercio. Cuando decimos democratizamos el comercio es realmente, que había un tipo en el interior de Brasil, o de México, o de la Argentina, o de Chile, o de Uruguay, que nunca tenía acceso a los productos. Tenía que venir a la Capital, o pedirle a su primo, para que le mande la raqueta de tenis, las zapatillas, o la impresora para su negocio, o lo que fuere. Y ahora todo el mundo en América Latina puede comprar los mismos productos, al mismo precio, con envío gratis, financiado. Fue una democratización total del comercio, del lado del comprador y del lado del vendedor, donde pequeños comerciantes pueden competir mano a mano. En cada país había dos o tres familias que dominaban el comercio y lo mismo pasaba en las provincias. Tenían las cadenas y dominaban el comercio. Y ahora el comercio se democratizó. Hoy hay dos millones de personas que viven de vender en Mercado Libre.

–¿Por qué elegís las redes sociales?

–Tienen esta capacidad de que cualquier persona pueda emitir su opinión. Y si su opinión es relevante, más gente lo va a seguir o no. Pero todos tienen la capacidad de dar su opinión de distintas cosas. Y ese fenómeno a mí me parece muy democratizador. Lo mismo que hemos hecho en el comercio y en las finanzas. Y por eso es que me gusta participar de ese fenómeno.

–¿Te preocupan ahí los haters o los favs?

–No los miro. La verdad es que tengo muchos seguidores y no puedo estar todo el día mirando. Así que me pasa como con Mercado Libre, cuando las cosas van muy bien no me pongo muy contento y cuando las cosas van muy mal no me pongo muy triste, entonces no me cambia ni para un lado ni para el otro.

«A mí Elon Musk me parece increíble, hace mucho tiempo que me parece la persona más increíble, yo te decía que no soy cholulo de los empresarios, pero sí de Elon Musk, soy supercholulo, me parece una persona fascinante»

–Hace pocos días retuiteaste a Elon Musk cuando hablaba que quería invertir en la Argentina…

A mí Elon Musk me parece increíble, hace mucho tiempo que me parece la persona más increíble, yo te decía que no soy cholulo de los empresarios, pero sí de Elon Musk, soy supercholulo, me parece una persona fascinante, me parece superimportante lo que ha hecho en X (ex-Twitter) porque las otras redes sociales han sido muy censuradas y la gente no lo sabía, entonces ciertas opiniones o ciertas ideas, por ejemplo cuando vino el Covid y había gente que decía tal vez las vacunas no están probadas o tal vez el virus vino de China, eran cancelados y Twitter era tal vez el lugar que más censuraba. A partir de que comprobé que se ha convertido en un lugar donde las opiniones pueden, siempre y cuando respeten la ley de cada uno de los países, ser dichas sin censura del que es dueño de la plataforma, me parece espectacular todo lo que está haciendo. También lo que está haciendo con los cohetes es una locura total, está en otro planeta literal.

–Te propongo un ejercicio imaginario. Te doy 100% de las acciones de la Argentina, ¿en qué las invertirías?

–Te diría 100% en el sector privado, tal vez mitad en lo que es el agro con agtech, toda la parte de tecnología agropecuaria, creo que ahí la Argentina tiene una posibilidad enorme, lo que ha hecho Israel en ese en ese segmento es una locura y yo creo que la Argentina podría tener un rol similar en todo lo que es innovación en el mundo agrícola ganadero. Después toda la parte de minería, energía renovable y no renovable, pesca, hay mucha riqueza y potencial. La oportunidad es enorme. Creo que la infraestructura es un déficit muy importante y no solamente hablo de rutas, puertos, aeropuertos, sino también hablo de educación.

–¿Por qué?

–Creo que la educación puede ser privada, si querés el Estado puede subsidiar a la gente que menos tiene para que acceda a esa educación privada, pero no necesariamente el Estado tiene que tener los profesores y las aulas, porque si hoy la educación privada funciona, funciona superbién.

–¿Es complementaria a la educación pública?

–Hoy en día necesariamente es complementaria, porque la enorme mayoría de la gente estudia en la educación pública, no hay capacidad para que el sector privado eduque a toda la gente, no tiene ni siquiera la capacidad, pero hablo como modelo de largo plazo. Entonces te decía infraestructura y después yo pondría mínimo un 10% en todo lo que es emprendedurismo, todo lo que son nuevas ideas, innovación, creo que hay un enorme potencial en todo lo que es biotecnología, medicina, entre otros.

«Cuando uno ve los déficits fiscales que hay en todos los gobiernos del mundo, tener una moneda que los gobiernos no puedan devaluar como es el bitcoin, para mí es algo absolutamente fundamental y además creo que es una moneda que le da libertades a las personas y a los individuos independientemente de los gobiernos”»

–Criptomonedas: sí o no… ¿qué lugar ocupás en esa grieta?

–(Se ríe) ¿Es una grieta? Yo estoy absolutamente en el lugar que creo que las criptomonedas van a tener un rol muy importante en el futuro de las finanzas de las personas, tuve la suerte de invertir temprano porque habíamos mandado un colega de Mercado Libre a investigar nuevas tecnologías a Estados Unidos y para no pagarle una oficina le alquilamos un asiento a la oficina de Wences Casares y Micky Malka (dos emprendedores seriales) y rápidamente lo contagiaron y terminamos muchos de nosotros en 2013 invirtiendo en bitcoin. Yo creo que cuando uno ve los déficits fiscales que hay en todos los gobiernos del mundo, tener una moneda que los gobiernos no puedan devaluar como es el bitcoin, para mí es algo absolutamente fundamental y además creo que es una moneda que le da libertades a las personas y a los individuos independientemente de los gobiernos. Eso es súper valioso para la sociedad, para la gente.

–La batalla judicial de Mercado Pago vs. los bancos, los bancos vs. Mercado Pago. ¿Cuánto te involucras en eso y qué opinión tenés?

–Me involucro mucho y opino que está bueno, que estamos hablando de oportunidades y desafíos y cuando hay cambios paradigmáticos se generan esas oportunidades y desafíos y creo que es sano para la sociedad. Es sano para todos que pasen esas cosas.

«En la Argentina invertiría un 100% en el sector privado, tal vez mitad en lo que es el agro con agtech, también en minería y energía, en infraestructura y no solamente hablo de rutas, puertos y aeropuertos sino también de educación»

–Hace pocos días vino a las oficinas de Mercado Libre el presidente Javier Milei, ¿qué balance haces de su visita?

–Obviamente para nosotros fue un honor que nos visite el presidente de la nación. Me sorprendió mucho la gente, los empleados, la pasión que mostraron. Yo me quedé muy impresionado. O sea, realmente vi a los chicos jóvenes con muchas ganas de acercarse, traían sus libros para que él se los firme. Me sorprendió y obviamente el discurso que hizo diciendo que los emprendedores, la gente que hace, deberían tener un rol muy importante en la sociedad, es un discurso que comparto y que además para mí me sentí muy honrado de que diga eso en nuestra casa. Así que es un balance superpositivo.

–Te voy a pedir unas definiciones en un tuit. La Argentina hoy.

–Esperanza.

–El emprendedurismo.

–Resolver problemas.

–Un libro.

–Tal vez ahora recomendaría la biografía de Elon Musk. Antes fue Cien años de soledad, que me encanta. Es un libro que leí en un momento muy especial de mi vida. Yo creo que eso es lo que pasa con los libros. Depende de qué momento estás atravesando cuando los leés es cuánto te marcan.

–Alguno de emprendedurismo…

–Me gusta Built to Last y Good to Great, que son de Jim Collins. Y después hay uno que es Innovator’s Dilemma, que es más duro de leer, pero es muy importante porque justamente habla todo el tiempo de cómo las innovaciones generan oportunidades y desafíos y cómo hace una empresa para adaptarse a todas estas innovaciones.

–¿Qué es el Estado en un tuit?

–Un grupo de personas con poder.

–¿Qué es el futuro?

–Algo mejor que lo que tenemos hoy.

–¿Qué es el pasado?

–Algo peor que lo que tenemos hoy.

–¿Por qué?

–Creo que en general la sociedad… creo no, indudablemente, la sociedad ha bajado la pobreza, ha incrementado la capacidad de vivir del ser humano, ha bajado la desigualdad, le ha dado muchas mejores herramientas a mucha más gente. Es impresionante cuando uno mira los últimos 100 años todo el valor que se ha creado, cómo ese valor se ha distribuido en cientos de millones de personas. La gente se olvida lo mal que se vivía. Obviamente la gente se olvida, ninguno estábamos ahí, pero no es difícil enterarse cómo se vivía hace 400 años en Europa. Realmente se vivía muy mal. Cualquier enfermedad te mataba, no había anestesia, cualquier dolor, imagínate lo que era estar enfermo. Hoy se vive realmente muchísimo mejor. Obviamente tenemos problemas, pero los hemos ido solucionando y creo que en el futuro los vamos a seguir mejorando y lo vamos a seguir solucionando siempre y cuando vayamos por el camino de las libertades individuales.

–¿Qué rol debe tener la Justicia?

–Poder independiente.

–¿Te sorprendió que fallaran a favor de Mercado Libre en la pelea por la distribución? (N. de R.: en un fallo de 19 páginas, la jueza María Alejandra D’Agnillo rechazó considerar nulo el acuerdo que selló Mercado Libre con el sindicato de Carga y Descarga y dejó afuera un reclamo judicial de los camioneros de Moyano).

–No, para nada.

–¿Cuánto te dio y cuánto te restó la Argentina?

–Me dio muchísimo, no me restó nada. Me dio a mi mujer, me dio a mis hijos, me dio a mis amigos. Fue una parte superimportante de Mercado Libre. Empezamos acá. Me dio todo.

LA NACION
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/la-formula-de-mercado-libre-para-convertirse-en-la-empresa-mas-valiosa-de-america-latina-nid04102024/

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