El cambio climático está provocando un aumento de los incendios forestales, por lo que cada temporada se eleva más humo a la atmósfera. Dependiendo del viento y del tiempo, este humo puede propagarse cientos o miles de kilómetros desde su origen, como ha ocurrido en la costa este de Estados Unidos.
Es probable que sigamos viendo cómo aumenta su gravedad, frecuencia y longevidad a medida que el planeta se calienta. Como fotógrafo he registrado más de 125 incendios forestales en California durante la última década y he recopilado algunos consejos útiles y las mejores prácticas para reducir la exposición al aire nocivo una vez que llega a una ciudad cercana.
¿Por qué empeoran los incendios forestales?
En Estados Unidos, las 10 peores temporadas de incendios forestales en cuanto a hectáreas quemadas se han producido desde 2004. Cada año se baten récords de superficie quemada, casas destruidas o vidas perdidas.
No hay ningún ganador en batir récords en estas categorías. Las condiciones para que se produzcan «eventos de humo» que afecten a grandes núcleos de población son cada año más frecuentes y probables, ya que el cambio climático genera condiciones (como el calor, la sequía y el cada vez más importante déficit de presión de vapor) que favorecen el crecimiento de grandes incendios forestales.
¿Qué se puede hacer?
Una persona puede ser impotente para cambiar el clima o controlar a dónde va el humo, pero hay cosas que puede hacer para prepararse y protegerse de lo peor.
1. Estate al tanto de la calidad del aire
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de Estados Unidos cuenta con un Índice Nacional de Calidad del Aire en tiempo real (y codificado por colores en función de la gravedad) que nos permite conocer los distintos grados de aire cargado de humo. Esto puede ayudarte a comprender los riesgos a los que se enfrenta tu zona.
Si tiene la fortuna de trabajar en interiores o a distancia, permanecer en el interior te permitirá controlar mejor el aire ambiente. Aquellos que trabajen en el exterior deben limitar su actividad física y, aunque se están elaborando directrices para la calidad del aire exterior, algunos estados de Estados Unidos como Washington exigen incluso que los trabajadores dispongan de mascarillas en los días de aire extremadamente pobre.
2. Utiliza una mascarilla N95 o superior en el exterior
La mejor mascarilla debe tener dos correas, una que vaya por encima de las orejas y otra por debajo, para sellar mejor la cara y asegurarse de no aspirar partículas de humo al inhalar.Las mascarillas elastoméricas son muy populares para uso prolongado, ya que utilizan filtros reemplazables N95 patentados, una banda elástica ajustable y gel para el contacto con la cara.
Puedes obtener mayores niveles de protección con las mascarillas de media cara desechables P100 y reutilizables P100, como la serie de mascarillas de respiración Sundstrom SR-100, que a veces utilizan los bomberos forestales en entornos más estáticos. Las máscaras de mayor protección cuestan más, son más voluminosas y menos prácticas para el uso ocasional. Para una mayor comodidad, también puedes adquirir una mascarilla N95 con válvula de exhalación, que reducirá el empañamiento y la acumulación de humedad y calor al exhalar aire.
2. Invierte en un filtro de aire mejor
Si tu casa/oficina tiene aire centralizado, asegúrate de que tu filtro de aire está clasificado para partículas de 2.5 micras. Esto suele costar más que un filtro de polvo básico, pero filtra mejor las partículas de humo más pequeñas suspendidas en la atmósfera. Si tu filtro parece visiblemente sucio, sustitúyelo. Asegúrate de reemplazarlo cada tres meses durante la temporada de incendios, y cada seis meses en condiciones normales de uso.
3. Crea tu propio sistema de filtración de aire
Tanto si tienes aire acondicionado central como de ventana, puedes complementar la purificación del aire con una caja Corsi-Rosenthal, una solución de bricolaje que utiliza cuatro filtros unidos con cinta adhesiva y un ventilador en la parte superior, creando una solución de filtración ad hoc de habitación a habitación. Por entre 100 y 150 dólares, puedes crear una solución robusta que intercambiará aire en unos 46 metros cuadrados cinco veces por hora.
¿Cómo funciona? El aire se aspira a través del filtro y se expulsa desde el ventilador hacia arriba. El diseño básico solo requiere cartón, cinta aislante, un ventilador de caja y filtros de aire, todo lo cual se puede encontrar en una ferretería local. Ten en cuenta que esto no sustituye el uso de mascarillas en el exterior, y que necesitarás espacio alrededor del ventilador para que el aire pase a los filtros.
4. Cuídate los ojos
Los colirios genéricos de venta sin receta son ideales para los ojos irritados por las partículas, ya que lubrican la superficie ocular y ayudan a eliminar los contaminantes.
5. Intenta abastecerte de suministros mucho antes del verano, temporada alta de incendios
De esta manera, te asegurarás de tener materiales a mano para utilizarlos cuando llegue el humo, ya que las existencias se agotarán durante los episodios de humo e incendios forestales.
6. Considera la posibilidad de salir de la ciudad
Si se te considera persona de alto riesgo y tienes los medios y la capacidad para hacerlo, en última instancia podría ser mejor salir de casa si tu área va a ser afectada por el humo. Puedes consultar la web del Ministerio de Sanidad para saber si perteneces a un grupo de población más sensible a la exposición a niveles elevados de contaminantes atmosféricos. Por lo general se trata de personas con asma y enfermedades cardíacas o pulmonares.
Fuente: https://www.nationalgeographicla.com/medio-ambiente/2023/06/tenemos-que-prepararnos-para-un-futuro-de-cielos-naranjas