Por Sonia Schott
El garantizar el acceso de Estados Unidos a los minerales de tierras raras se ha convertido en un elemento clave de la agenda de política exterior de la segunda administración de, Donald Trump.
Pero ¿qué son esos minerales raros y por qué son tan importantes para Estados Unidos?
Los elementos de tierras raras (REE) por sus siglas en inglés, son materiales naturales con propiedades esenciales para las nuevas tecnologías.
Según la Asociación de Mineros de Wyoming, los minerales raros son comunes en nuestro planeta, pero “no en las cantidades, el tamaño ni en las concentraciones necesarias” además, no son fáciles de extraer.
Estos elementos incluyen: escandio, itrio, lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, holmio, disprosio, erbio, tulio, iterbio o lutecio.
Por sus propiedades físicas y químicas únicas, los elementos de tierras raras son más funcionales cuando se añaden en pequeñas dosis, que al interactuar con otros elementos, arrojan resultados que no podrían obtener por sí solos.
Estos minerales se utilizan en innumerables productos como: automóviles, sistemas de energía, productos electrónicos y equipos militares.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) designó en 2022 a 50 minerales como críticos para la economía y la seguridad nacional. “Esa cifra incluye los llamados elementos de tierras raras (los 15 metales lantánidos en la parte inferior de la tabla periódica más el escandio y el itrio), junto con los metales de batería litio, cobalto, níquel y manganeso, así como platino, aluminio y grafito, entre otros”.
Un estudio realizado por la entidad financiera TD Bank, de octubre de 2024, encontró que las interrupciones en la cadena de suministro, ocurridas durante la pandemia de CVID19, expusieron posibles vulnerabilidades comerciales para Estados Unidos, por tener escasos depósitos internos, lo que crea su dependencia de socios comerciales principalmente China.
La nación asiática domina la capacidad de refinación global de más de la mitad de los minerales críticos, creando un desafío para Estados Unidos, en medio de las crecientes tensiones comerciales.
Para el Center for Strategic and International Studies (CSIS) en Washington “salvaguardar las cadenas de suministro de minerales para tecnologías avanzadas en industrias estratégicas es un imperativo económico y de seguridad nacional” y recomienda a Estados Unidos establecer una estrategia integral centrada en el desarrollo de recursos nacionales, tecnologías avanzadas de procesamiento y reciclaje, asociaciones internacionales y prácticas sostenibles.
En tal sentido, la búsqueda de minerales raros no solo se ha limitado al planeta Tierra.
En 2024, la NASA anunció que el Róver Curiosity, un robot lanzado desde Cabo Cañaveral en 2011, como parte de la misión Mars Science Laboratory (MSL), descubrió por accidente, cristales de azufre puro en una roca en el planeta Marte.
En realidad, el interés por estos minerales no es nuevo.
Los elementos de tierras raras fueron descubiertos en 1787 en Suecia y se empezaron a comercializar en la década de 1880. La primera producción extranjera se produjo en Brasil en 1887 y en la India en 1911.
De 1940 a 1990, Estados Unidos produjo y extrajo sus propios minerales de tierras raras siendo la mina Mountain Pass, en California, una de las más importantes y durante la década de 1980, fue uno de los mayores productores del mundo, pero ahora China, ha aumentado su producción en más del 500% desde 1990, debido a sus importantes depósitos y a su mano de obra barata.
La empresa analista de riesgos, The Economist Intelligence Unit, en base a sus actuales niveles de producción, estima que, en América latina, los mejor posicionados por sus reservas son: Chile, Argentina, Brasil y Perú, que poseen, cobre, litio, zinc, plata y bauxita, en cambio, Colombia, República Dominicana y Ecuador, por ejemplo, presentan desafíos políticos y regulatorios importantes.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), estima que la demanda de minerales críticos se duplicará al menos para 2030 y América Latina representa el 40% de la producción mundial de cobre, liderada por Chile (27%), Perú (10%) y México (3%).
Así mismo, la región suministra el 35% del litio del mundo, liderada por Chile (26%) y Argentina (6%) además de poseer más de la mitad de las reservas mundiales de litio, ubicadas principalmente en Argentina (21%) y Chile (11%). Bolivia también posee enormes recursos de litio sin explotar, casi comparables al tamaño de las reservas mundiales actuales, pero, la falta de infraestructura ha sido un impedimento económico.