La firma consultora Kearney publicó un informe que busca determinar cuáles serán los factores imprevistos que podrían moldear las perspectivas globales y el entorno operativo para los negocios de aquí a los próximos cinco años.

Tensiones geopolíticas, pérdidas en la participación global, impuestos dentro de la política internacional como los aranceles que impuso Donald Trump a Canadá, China y México, más la corrupción y un aumento en la demanda de energía, son, por nombrar, algunos de los factores que pueden alterar el curso de la economía global.

En el ítem de las tensiones geopolíticas, el informe de Kearney indica que la guerra comercial entre EE.UU. y China hace necesario que las economías emergentes aumenten su participación en el comercio global.

“En medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, las potencias intermedias como India, Indonesia y Brasil, así como los países de África, incluidos Egipto, Etiopía y Sudáfrica, están en condiciones de ejercer una mayor influencia en el sistema global a medida que sus economías crecen», dice el informe.

Navegar por este terreno entre las dos economías más grandes del mundo probablemente resulte un desafío geopolítico, pero podría generar importantes beneficios y tener importantes implicaciones para las empresas, incluidos nuevos centros de producción y la disponibilidad de una fuerza laboral joven y productiva”, se lee en el informe.

Por eso, un bloque económico que podría beneficiarse con esa movida, es la de los países Brics, conformado por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos.

Y es que el informe indica que son una fuerza económica por derecho propio, ya que representan 28% del PIB mundial. “Y, al menos a nivel declarativo, están tratando de desarrollar su propio sistema financiero, con un enfoque en la desdolarización en favor de la realización de transacciones en monedas locales, un tema que se debatió ampliamente cuando los miembros del Brics se reunieron en Kazán, Rusia, a fines de octubre de 2024”, dice Kearney.

Por otro lado, señala que a futuro se verán cada vez más iniciativas como las de Trump de gravar a otras economías. “Es probable que en los próximos cinco años se intensifiquen las guerras arancelarias en todo el mundo, lo que podría reconfigurar la economía mundial de maneras fundamentales”.
Sobre los impactos que el aumento de aranceles podría acarrear, Kearney indica que esto conlleva importantes riesgos a la baja, como un crecimiento más lento, una mayor inflación, problemas en la cadena de suministro y, en última instancia, mayores costos para las empresas y los consumidores. Sin embargo, la realidad es que es probable que los aranceles sigan siendo una fuerza en el nuevo orden económico emergente a medida que aumenta la competencia transfronteriza, con profundas implicaciones para los gobiernos, las empresas y los consumidores.

Una mayor demanda de electricidad y una baja oferta es otros de los riesgos para las economías de acá a cinco años, impulsada, en gran parte, por el auge de la inteligencia artificial.

“La enorme demanda de inteligencia artificial, el envejecimiento de la infraestructura y las incesantes presiones del cambio climático están llevando a las redes eléctricas al límite. A medida que la necesidad de electricidad se intensifica a la par del avance tecnológico, tanto los gobiernos como las empresas se verán ante el desafío de satisfacer la demanda (y mitigar los riesgos asociados) de manera sostenible.

“El reto ante una eventual desaceleración económica global, conexa con factores ambientales, obliga a autoridades fiscales y monetarias a actuar con prudencia este año”, dijo el economista Fredy Castro.

El tema de la escasez de la mano de obra, también es otro factor que se analiza en el informe.

“Mientras que en muchas economías avanzadas la fuerza laboral está disminuyendo a medida que la población envejece y las tasas de fertilidad disminuyen, en los países del Sur Global se observa un aumento de la población en edad de trabajar. Se prevé que la India aporte 24,3% de la fuerza laboral mundial en la próxima década. Las empresas que relocalicen la producción en la India se beneficiarán de esta tendencia”, dicen.

La corrupción, sobre todo en países emergentes como Colombia, también es otro factor de riesgo. Sin embargo, en las economías avanzadas, también se está volviendo un problema latente.

“En la clasificación de los ‘Mejores países” de 2024 de US News , Rusia, Irán, Colombia, México y Zimbabue fueron citados como los cinco países más corruptos. Y si bien la corrupción suele considerarse un problema en los países en desarrollo, las economías avanzadas registran cada vez niveles más bajos de transparencia gubernamental”, dice el informe. Por ejemplo, en el último Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, varias democracias avanzadas, como Suecia (82), los Países Bajos (79), Islandia (72) y el Reino Unido (71), registraron sus puntuaciones más bajas desde que se publicó el Índice por primera vez en 2012. De hecho, algunos de los escándalos de corrupción más destacados de la historia reciente han tenido que ver con el lavado de dinero a través de bancos en países de la UE, entre ellos Dinamarca, Alemania y Suecia.

“Incluso EE.UU., un país que históricamente se ha enorgullecido de sus posturas y políticas democráticas y anticorrupción, está viendo un comportamiento cuestionable tanto entre políticos como entre empresarios, concluye el informe.

Fuente: https://www.larepublica.co/globoeconomia/riesgos-globales-que-perturbaran-a-las-economias-4052138

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