Fernando Navia Gallardo
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Faltan pocos días para que la más grande cadena de cafeterías del mundo abra su primera tienda en Ecuador. Llega como parte de su plan de expansión en América Latina y con ello altera las expectativas de consumidores, competidores locales y empresas proveedoras. ¿Cómo pueden los ecuatorianos sacar máximo provecho de un evento como este?

La cadena transnacional de suministro y consumo del café ha pasado por varios cambios en los últimos cien años. Antes de la segunda guerra mundial, las exportaciones de café en sacos abastecían a procesadores en los países de destino, quienes vendían sus productos a detallistas (mediante marcas locales) y a hoteles, cafeterías y restaurantes. Entonces no existían las grandes cadenas de cafeterías de hoy. Desde mediados del siglo pasado, se dieron dos innovaciones interesantes: surgen las primeras cadenas de cafeterías en Estados Unidos y Europa (Open Kettle o Dunkin’s en 1948, Peet’s Coffee en 1966, Starbucks en 1971, Caffè Nero en 1997, etc.) y, por otro lado, penetran en Estados Unidos y Europa exportadores latinoamericanos como Café Britt, Juan Valdez, Café Santo Domingo, Café Pilão con sus marcas y productos para el consumidor. Algunos de estos tienen sus propias cafeterías operando en sus países de origen, como en aquellos donde exportan sus productos, compitiendo con las cafeterías locales.

Fuente: https://www.eluniverso.com/opinion/columnistas/nuevos-aromas-de-cafe-nota/