A siete años de que se cumpla el tiempo que se planteó la Agenda 2030 para proteger el planeta, la ONU estima que el 30% de las metas no ha avanzado o, incluso, están más atrasadas que en 2015. La Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) intenta acelerarlas y el Think Tank Cepei hace un balance de cómo va América Latina y el Caribe.
La Agenda 2030, que trazó 17 objetivos para proteger el planeta y a quienes lo habitan, está a mitad de camino. Y para analizar en qué va y trazar cómo impulsar su cumplimiento, la ONU realizó la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta se realizó en la ciudad de Nueva York entre el 18 y el 19 de septiembre.
Por primera vez desde 2015, cuando se crearon los objetivos, los países miembros de Naciones Unidas adoptaron una declaración política que, según las palabras del secretario general António Guterres, representa un “gran plan de rescate”.
Este documento traza las acciones que deben implementar los países para que el mundo se acerque más al cumplimiento de la Agenda 2030 que, hasta ahora, va un poco retrasada. La ONU estima que solo el 15% de las 140 metas acordadas van por buen camino, la mitad están moderadas o gravemente desviadas, y casi el 30% de ellas no han registrado ningún avance o, peor aún, han caído por debajo de lo que estaban en 2015.
Por su parte, el Centro de Pensamiento Estratégico Internacional (Cepei) calcula que no se logró plenamente ninguna de las metas trazadas al inicio de la Agenda 2030 que debían haberse cumplido en 2020.
A pesar de ello, Javier Surasky, director de investigación del Cepei, considera que no todo está perdido. “Siempre hay tiempo. Aunque no vamos a alcanzar a cumplir todo de aquí a 2030, sí tenemos siete años para que nos dejen orientados a otro mundo mejor, que es posible”, le dijo a France 24 en Español.
Y en esa senda que traza la Agenda 2030, ¿cómo va América Latina y el Caribe? Según el Cepei, la región tiene un índice de 52,1 de 100 puntos posibles.
Su conclusión la obtienen del SDG VNR Quality Tracker, una herramienta que ellos mismos desarrollaron después de más de un año de trabajo con expertos y revisiones entre pares. Lo que hicieron fue trazar índices por los tipos de compromisos que cada país adoptó en su Informe Nacional Voluntario, el documento con el que cada Estado explica qué está haciendo para cumplir la Agenda 2030.
El Cepei identificó más de 70 variables y, a cada una, le asignó un valor para luego contrastar con lo que cada país ha hecho hasta ahora, y si su ejecución es completa o no. Según ese valor, el Cepei calculó un índice que a la final refleja qué tan bien o mal lo está haciendo cada país. Fue así que descubrieron que países como Jamaica y Costa Rica son los que más han avanzado en la región.
El éxito de Jamaica y Barbados en la Agenda 2030
Según ese balance, Jamaica es el país de la región que mayor índice obtuvo, con 73,8. Surasky resalta que la principal razón de ello es que la isla caribeña estableció un mecanismo nacional para implementar los ODS y que este rinde cuentas de manera transparente a todos los actores. “Así es más fácil reportar con alta calidad no solo los pasos que dieron, sino cómo los dieron qué otros dos pasos dieron y eso permite ver a otros países qué errores cometió Jamaica para no replicarlos y que otros intenten lo que Jamaica hizo bien”, explicó.
Por otro lado, Barbados actualmente califica como el de menor puntaje según el índice del Cepei. Sin embargo, eso es porque la última referencia que tomaron fue el discurso oral que presentó el país en 2020 y que, al no ser escrito, no permitía trazabilidad. Sin embargo, el país este año ya presentó su documento.
De él, Surasky destaca el trabajo que está haciendo Barbados en materia de océanos y la adaptación que lidera para evitar los daños de desastres ambientales que son cada vez más extremos. Adicionalmente, en el panorama ambiental, la isla y su lideresa, la primera ministra Mia Mottley, destacan por la iniciativa Bridgetown. Esta propone una canje de deuda por protección del medio ambiente y habla de que entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el G20 alivien los intereses a las naciones que están protegiendo los bosques, los océanos y diferentes ecosistemas.
Las barreras a los ODS están atravesadas por el dinero y los combustibles fósiles
A pesar de que la declaración política de los ODS incorpora el llamado a una reforma del sistema financiero internacional para adoptar ideas como la anterior, en la realidad los cambios son difíciles por las disputas de poder que hay en juego.
“En las disputas por el poder global que tenemos actualmente entre Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia por la guerra en Ucrania, los elementos económicos juegan un rol muy importante. Entonces, los países más fuertes tienen menos incentivos para aceptar un cambio en la economía global, a pesar de que este sistema no ha funcionado y no puede dar las respuestas que se necesitan para implementar los ODS”, expresó Surasky.
Otra de las mayores dificultades que identificó el Cepei es la tensión que existe entre cuidar los recursos naturales y explotarlos para un desarrollo económico. Una dualidad que se refleja en Brasil, donde el presidente Luiz Inácio Lula da Silva quiere ser un líder contra la crisis climática y a la vez no se opone a la explotación petrolera en la Amazonía.
Al respecto, Surasky explicó que Brasil solo ha presentado un Informe Nacional Voluntario “porque el Gobierno de Jair Bolsonaro se desentendió de la Agenda 2030 y de las soluciones multilaterales”. Sin embargo, el país ya se comprometió a presentar en 2024 su documento de cómo van con los ODS. Surasky califica esto como una “buena noticia”, aunque reconoce que encuentran “muchas contradicciones en este actual Gobierno de Lula en materia de ese equilibrio a lograr entre medio ambiente y necesidades financieras”.
Fuente: https://www.france24.com/es/programas/medio-ambiente/20230920-los-objetivos-de-desarrollo-sostenible-est%C3%A1n-a-mitad-de-camino-y-lejos-de-lograrse