En un contexto en el que tanto se insistió sobre la necesidad de combinar innovación y soluciones concretas, resulta vital trazar una ruta viable hacia la transformación económica y productiva que necesita Latinoamérica.
Cuando pensamos qué recursos son necesarios para la construcción de un nuevo escenario que nos permita flexibilidad y agilidad, los servicios de la nube aparecen como el catalizador del crecimiento y la innovación.
De acuerdo a un informe de 2019 realizado por IDC América Latina para el 2020 se esperaba un importante crecimiento en cuanto al consumo de servicios de la nube en área de almacenamiento de datos estructurados (64%), datos no estructurados -como lo son objetos, videos y audios- (54%), backup y restore (45%) y archivos compartidos (49%).
El 2020 marcado por la pandemia comprobó la necesidad de fortalecer el camino hacia la nube, desde la precisión de los datos. En todas las industrias nos vimos movilizados a migrar a este tipo de infraestructuras para poder proveer una mejor prestación de servicios, un salto cuantitativo y cualitativo que tuvo lugar en pocas semanas. Uno de los ejemplos que mejor ilustra la situación es que el 50% de nuestros ingresos de operaciones en la Argentina provienen de servicios en la nube (impulsado por un 80% de nuevos clientes).
Lejos de tratarse de un caso aislado, se puede vislumbrar una tendencia a nivel regional que proyecta un crecimiento acelerado para el próximo quinquenio.
Entre los principales hallazgos del informe de IDC, también podemos ver cómo en los últimos años una amplia variedad de organizaciones empezaron a adoptar ambientes híbridos, en los que conviven el hardware tradicional y servicios de alojamiento en la nube. Esta modalidad sigue siendo una tendencia en América Latina, donde la nube pública (31%, YoY) y los servicios de data center (5.5%, YoY) seguirán ganando terreno hacia 2024.
Países como Chile, Argentina y Perú lideran el proceso de transformación que orienta las inversiones al desarrollo de infraestructura de nube como servicio (IaaS). En el caso de nuestro país, esta tendencia se situó en un 30% en 2020 y proyecta un crecimiento promedio de 41% hacia 2024. En comparación, Chile se situó por encima del promedio de la región Latinoamericana con un 36% en 2020, y un crecimiento promedio compuesto de 41% hacia 2024. Mientras que Perú mostró un 35% en tendencia de crecimiento en 2020 con proyección de aproximadamente 39% para 2024.
Esto confirma como ya la nube es una tendencia consolidada donde las empresas líderes en estos países buscan apalancar las ventajas de la economía de escala, así como la flexibilidad y dinamismo que la nube le brinda para alinear sus plataformas a las estrategias de negocios. Mientras tanto, el ritmo de adopción continúa acelerándose hacia fines de 2021, al punto que que casi 75% de las empresas en América Latina establecerán mecanismos para adoptar infraestructuras y aplicaciones basadas en la nube al doble de la velocidad que antes de la pandemia.
Vivimos en una época bisagra que nos ilumina muchas oportunidades y caminos, y que nos impulsa a la innovación. Sin embargo, sabemos que se trata de un proceso de hiper-digitalización que también nos demanda agilidad y cambios de paradigmas que habiliten la adopción de estos procesos, siempre con las personas en el centro.
En la región, cada vez más se pone en evidencia la brecha entre el desarrollo tecnológico y nuestra disponibilidad para adoptarlo. La innovación nace de las personas y, en ese sentido, la nube no sólo es un recurso clave y catalizador en esta aceleración de la digitalización, sino un recurso también para la nivelación de nuestras capacidades como seres humanos y nuestra expansión de posibilidades en Latinoamérica.
Fuente: https://www.ambito.com/negocios/pandemia/servicios-la-nube-una-tendencia-consolidada-las-empresas-lideres-n5160611